Cual fue la importancia comercial y cultural de Alejandría en el mundo helenístico?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
¿Qué importancia tuvo la civilización helenística? La civilización helenística fue una época especialmente creativa, en la que se establecieron un gran número corrientes comerciales y se definieron nuevos métodos de pensamiento en el campo de las artes y las letras.
Explicación:
Respuesta:
La civilización helenística fue una época especialmente creativa, en la que se establecieron un gran número corrientes comerciales y se definieron nuevos métodos de pensamiento en el campo de las artes y las letras
La fusión de los elementos materiales y espirituales griegos con los asiáticos dio origen a un mundo nuevo en el que se produjeron hondas transformaciones políticas, sociales, económicas y culturales. En especial, se desarrollaron con nuevo vigor las ciencias, las artes, la literatura y la filosofía.
Explicación:
Hay muchas Alejandrías fundadas por Alejandro Magno a lo largo del itinerario de sus campañas (Alejandría de Aria, Alejandría de Aracosia, Alejandría Bucéfala...). Pero ninguna como Alejandría la Grande. La llamada “Perla del Mediterráneo” fue la urbe griega más importante de Egipto y una de las más fascinantes de la Antigüedad.
Como capital del imperio de los Ptolomeos, se convirtió en la gran metrópoli cultural y comercial del Mediterráneo de finales del siglo IV al I a. C. Tomando el testigo de Atenas, se alzó como centro del conocimiento y foco de expansión de la cultura griega. Su historia, sin embargo, comenzó con el sueño de un solo hombre. Su primacía la convirtió en una gran urbe multicultural. Alejandría era una ciudad creada para ser vivida y disfrutada por sus ciudadanos. La planificación urbanística se basó en las necesidades de sus habitantes. Contaba con un gran número de espacios públicos (ágora, hipódromo, estadio, gimnasio...), embellecidos en cada reinado. Crecía tan rápido que la actividad constructora era frenética, superponiendo un edificio a otro. Su carácter cosmopolita la hacía distinta a las poblaciones del resto de Egipto. Se dividía en tres grandes grupos: el núcleo dominante de colonos greco-macedonios, únicos valedores del derecho a la ciudadanía; los egipcios nativos, que ocupaban el barrio ubicado en el antiguo enclave de Rakotis; y un gran número de extranjeros venidos de todo el Mediterráneo oriental (Persia, Siria...), de entre los que destacaba la comunidad judía, que ocupaba su propio barrio. Su posición geográfica y simbólica primó en la elección del lugar. La ciudad nacería con una vocación impuesta de gran puerto marítimo y comercial abierto al Mediterráneo. Alejandro escogió un pequeño puerto de pescadores llamado Rakotis, situado en la desembocadura de Canopo (hoy Abukir), al oeste del delta. Este terreno constituía una amplia y fértil franja limitada al sur por el lago Mareotis. Frente a la costa se encontraba la pequeña isla de Faro. Sin embargo, apartada de los brazos del delta, la falta de agua dulce obligó a la construcción de un canal de abastecimiento que enlazaba con el Nilo.
Alejandría se convirtió en el principal foco de la cultura griega a la sombra de su museo y su biblioteca. Ambas instituciones tenían, además de una finalidad académica, un significado político de gran relevancia. Ellas encarnaban magistralmente la ideología y la política de los primeros lágidas.
Alejandría controlaba también las mercancías originarias de Arabia e India que llegaban a través de los puertos egipcios de la costa del mar Rojo. Los enormes graneros y depósitos públicos reflejan la intensa actividad comercial de la ciudad. Alejandría se presentó también como centro industrial. Destacaba la existencia de talleres de fabricación de papiro y el excelente trabajo del vidrio, así como la elaboración de perfumes y compuestos asociados a la medicina y las prácticas funerarias.