Ciencias Sociales, pregunta formulada por mariferotero52, hace 1 mes

Cuál es el nivel del uso mínimo de sustancias sicoactivas,asociadas con actividades recreativas​


mariferotero52: es para hoy

Respuestas a la pregunta

Contestado por eduardogabrielsimist
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Respuesta:

Abordar la problemática del alcohol y otras drogas en el ámbito laboral exige un cierto grado de osadía y atrevimiento. No es un tema fácil.

 A la dificultad de su abordaje se suma la escasa receptividad de los empresarios por esta problemática, que está presente en las empresas más de lo que nos podemos imaginar.

 Esto se une al recelo a intervenir por miedo a conculcar derechos y garantías de respeto a la intimidad y confidencialidad de datos relativos a la salud individual de las personas. ¿Hasta dónde se puede llegar en el conocimiento de la realidad del problema sin penetrar en la esfera de lo personal? La falta de una respuesta clara a esta pregunta se ha convertido, en muchas ocasiones, en el elemento inmovilizador para las empresas.

  El entorno social tampoco nos lo pone fácil: el consumo de alcohol, especialmente, tiene una amplia aceptación social y un fuerte arraigo en nuestra cultura y tradiciones.

  Somos conscientes de las graves consecuencias personales, familiares y sociales, y por extensión también laborales, que el consumo excesivo de alcohol y/u otras drogas nos ocasiona. Su impacto en el entorno laboral es muy relevante.

     El consumo de alcohol y otras drogas constituye un problema que puede afectar a las distintas actividades y procesos que constituyen todo trabajo; y en sentido inverso, determinadas condiciones o medio ambiente de trabajo poco saludables pueden afectar (generando, manteniendo y/o potenciando) el consumo abusivo de estas sustancias. El abuso de estas sustancias es, por tanto, causa y efecto.

Por todo esto el ámbito laboral es un lugar muy adecuado para desarrollar:

acciones encaminadas a promover hábitos saludables,

conductas de consumo responsable y

medios de apoyo adecuados en aquellos casos en los que el consumo se convierte en un problema que perjudique la salud de los trabajadores.

   Se ha de conseguir un modelo de actuación en relación con los consumos de alcohol y otras drogas, sencillo y fácil de implantar, a pesar de que ello suponga cierta pérdida de rigor técnico-sanitario.

  Si con ello logramos disminuir la incidencia de estos problemas entre los trabajadores y mejorar la calidad de vida de la población afectada por un consumo abusivo de alcohol y otras drogas, contribuiremos a que las empresas fomenten su responsabilidad social.

  La legislación sobre materia laboral en España surge dentro del marco de la Constitución Española, que indica el deber de los poderes públicos de velar por la seguridad e higiene en el trabajo (Art. 40), y el derecho a disfrutar de un medio ambiente laboral adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo (Art. 45). Estos deberes y derechos plantean la necesidad de desarrollar políticas de promoción de la salud en el trabajo.

   La gravedad de los consumos de alcohol y/u otras drogas en el medio laboral ha sido reconocida desde hace tiempo por la OIT (Organización Internacional del Trabajo), que considera que el consumo de alcohol y de drogas es un problema que concierne a un número elevado de trabajadores y que no sólo afecta al consumidor, sino también al ambiente laboral y a la eficacia de la empresa.

La aprobación de la Ley 31/95 de Prevención de Riesgos Laborales (LPRL) supone un cambio en las pautas de actuación de las empresas, con el fin de establecer una mejora de las condiciones de trabajo.

       Para poder alcanzar los objetivos pretendidos, la mencionada ley plantea la necesidad de que el empresario, como máximo garante de la seguridad y salud de los trabajadores, deba realizar unas actividades en estas facetas a través de un modelo activo de promoción de la salud.

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