¿Cuál era el mito de las catacumbas?
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Respuesta:
Con la llegada de los españoles a Sudamérica a mediados del siglo XVI, los colonos empiezan a sentar las bases del que sería el Virreinato del Perú. En sus inicios, la sepultura solía realizarse en el subsuelo de los templos,en la creencia que se permanecía más cerca de Dios, reposando en suelo sagrado. En cada iglesia se construyeron bóvedas subterráneas para este fin. De este modo, en el año de 1546 se levanta inicialmente lo que hoy se conoce como conjunto monumental de San Francisco, compuesto por tres iglesias: San Francisco, La Soledad y El Milagro, que con sus áreas de patios y claustros, constituyen lo que hoy se llama Convento de San Francisco. Las criptas como tales funcionaron legalmente hasta el año 1810, llegando a albergar un total de 25.000 cuerpos,si bien mantuvo inhumaciones hasta mediados del siglo XIX. Al interior de las catacumbas existen cinco pozos de cerca de diez metros de profundidad, que contienen osamentas. Tales pozos tenían la finalidad de proteger la antigua edificación de fuertes sismos. El área total de estas criptas no se ha llegado a determinar aún y se cree posible que exista una comunicación entre sus galerías con el Palacio de Gobierno y la cercana estación de Desamparados e incluso, el puerto del Callao.
En su construcción fueron empleados ladrillos y calicanto (una mezcla de cal, arena y clara de huevo) Se distinguen una serie de criptas o bóvedas sepulcrales, las cuales habrían estado destinadas a las cofradías, benefactores, familias pudientes, construidas debajo de los altares laterales. Hasta el derrumbamiento de 1656, las bóvedas sepulcrales eran independientes e incomunicadas, estaban ubicadas debajo de las naves laterales, ocupadas por pequeñas capillas cerradas que eran de propiedad de patronos y cofradías. Después de esa fecha, en que parte del templo se derrumbó por fallas en la construcción original, se reestructuró, abriendo los cimientos de la Iglesia. Se excavó el sector central de crucero y de la nave central. Al haber descubierto las anteriores bóvedas independientes, se las comunicó entre sí, y con las nuevas, abriendo puertas y pasadizos en los muros primitivos. El artífice fue el arquitecto portugués Constantino de Vasconcelos en el año 1672. Luego de terminada la Iglesia de San Francisco en 1672, no se abrieron nuevas bóvedas sepulcrales.
Explicación paso a paso: