Historia, pregunta formulada por angelitoveintimilla, hace 1 año

criticas positivas de
dolores cacuango

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Contestado por estudiosoperocopion
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fue impulsora de las escuelas de alfabetización

Mujer quichua, perteneciente al pueblo kayampi, María Dolores Cacuango había nacido el 26 de octubre de 1881 en el latifundio de San Pablo Urcu, en la provincia de Pichincha, donde sus padres se desempeñaban como simples trabajadores conciertos o, como entonces se los llamaba, “indios gañanes”, peones sin sueldo en la hacienda. Creció como campesina en la choza pobrísima de sus padres y sin concurrir a escuela alguna, por lo que solo de adulta aprendió a leer y a escribir. Fue en este contexto signado por la precariedad y la miseria, por el despojo y la discriminación, donde Dolores tomaría conciencia de su situación como pobre, mujer e indígena para convertirse en una de las más conocidas referentes de la izquierda ecuatoriana.

De joven se vio en la necesidad de trabajar como empleada doméstica en la casa de los patrones para poder solventar una deuda contraída por sus padres. En 1905 contrajo matrimonio con Luis Catucuamba, y dedicados ambos a trabajar la tierra pasaron a ocupar una choza en el sitio Yanahuayco, cercano al pueblo de Cayambe. Tuvieron en total nueve hijos, de los cuales ocho murieron a corta edad a causa de distintos problemas de salud: solo sobreviviría el mayor, Luis, quien más tarde se dedicaría a la docencia.


A fines de 1930 participó en los levantamientos indígenas que tuvieron lugar en las haciendas Pesillo y Moyurco, en Cayambe. Entre las demandas se encontraba el fin inmediato a los maltratos, la supresión del trabajo obligatorio de las mujeres, la eliminación de los diezmos y un aumento en el pago por las labores realizadas. Pese a la represión ordenada por el presidente Isidro Ayora, la huelga triunfó y los beneficios obtenidos fueron utilizados como antecedentes para otras protestas similares, como ocurrió en 1931 en la hacienda Olmedo, donde Dolores y otras mujeres cumplieron un papel protagónico desempeñando tareas de espionaje, reclutamiento y defensa, incluso, a riesgo de sus propias vidas.

El mismo año de 1931 resultaría clave en la conciencia y organización de la izquierda ecuatoriana al ser convocado el primer congreso de comunidades indígenas: su principal impulsor había sido Jesús Gualavisí con apoyo de los principales líderes de izquierda del país y de algunos referentes de creciente gravitación en los sectores contestatarios como era el caso de Dolores Cacuango.

Sabiendo el peligro creciente de la situación, el presidente Isidro Ayora envió al batallón Yaguachi antes de que el congreso iniciara: el Ejército cerró los caminos y finalmente impidió la concentración. Acto seguido, persiguieron y encarcelaron a varios dirigentes y por último, y con visible saña, se dedicaron a atacar a los concurrentes, incluso, incendiado sus precarias chozas: Dolores, su esposo y sus tres pequeños hijos perdieron su hogar y quedaron así totalmente desamparados.

Con el correr de los años, Dolores fue cada vez más importante, no solo como referente de la izquierda ecuatoriana, sino también dentro de la estructura dirigente del Partido Comunista, sobre todo, por su representación de las comunidades indígenas. En 1934 participó activamente en la campaña presidencial de Ricardo Paredes, tomando parte en varias iniciativas políticas y partidarias.

En tanto, en 1942 preparó en Cayambe el recibimiento al mexicano Vicente Lombardo Toledano, quien como secretario general de la Confederación de Trabajadores de América Latina (CTAL), encabezó una gira proselitista por Ecuador y otros países de la región.

Como muchos de los militantes revolucionarios de su generación, Dolores Cacuango tomó parte de las jornadas revolucionarias de 1944. El 28 de mayo se mostró como una lideresa aguerrida y encabezó el asalto al cuartel de carabineros de Cayambe. En el mes de julio participó en la fundación de la Confederación de Trabajadores del Ecuador (CTE) y al siguiente mes su capacidad de liderazgo volvió a evidenciarse en su máxima expresión cuando reunió a los representantes de las comunidades indígenas de la Sierra y entre todos aprobaron la creación de la trascendental Federación Ecuatoriana de Indios (FEI): Jesús Gualavisí, el experimentado y viejo dirigente, fue elegido como el primer secretario general, al que, sin embargo, Dolores lo reemplazó al cabo de unos meses. Sus reivindicaciones se situaban en favor del bienestar del indio y del campesino en Ecuador, exigiendo particularmente la concreción de la tantas veces prometida reforma agraria y el reparto de tierras. Y al siguiente año cumpliría una misión internacional de relevancia cuando representó al país en el congreso de la CTAL reunido en Cali, Colombia.


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