compromiso cristiano y responsable sobre la sexualidad
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Un gran cambio
En la visión de la sexualidad y en los comportamientos sexuales se
ha operado un gran cambio durante los últimos cincuenta años. Se
puede afirmar en líneas generales que se ha pasado de una visión
cerrada a una mirada más abierta y positiva; y de comportamientos
rígidos y estrechos a formas de actuar más libres y espontáneas.
Los cambios más visibles se perciben en el modo de obrar de los
jóvenes. Pero los más profundos se han dado y siguen dándose a
partir del campo biológico, de los estudios psicológicos y de la
filosofía de la sexualidad. En conjunto, estos cambios se han de
mirar con esperanza, porque la sexualidad es una obra de Dios y
una de las realidades más bellas de la vida humana. Un mejor
conocimiento de la biología y la psicología humana no ataca a la
obra de Dios, sino que la favorece, porque la desarrolla. La mirada
recelosa y torturada de quienes ven en los avances sexuales
males o al menos peligros no es una mirada cristiana. Lo cual no
obsta para que afirmemos que ciertos comportamientos de jóvenes
y de mayores, ciertas maneras de pensar, no pueden mirarse con
ojos de aprobación, ni siquiera con indiferencia, porque son
inaceptables.
La postura de esta catequesis ante los cambios de visión y
comportamiento sexual se resume en dos expresiones: apertura,
sentido crítico. Apertura, porque hay mucho de positivo en todo lo
nuevo; sentido crítico, porque no todo es bueno.
En la visión de la sexualidad y en los comportamientos sexuales se
ha operado un gran cambio durante los últimos cincuenta años. Se
puede afirmar en líneas generales que se ha pasado de una visión
cerrada a una mirada más abierta y positiva; y de comportamientos
rígidos y estrechos a formas de actuar más libres y espontáneas.
Los cambios más visibles se perciben en el modo de obrar de los
jóvenes. Pero los más profundos se han dado y siguen dándose a
partir del campo biológico, de los estudios psicológicos y de la
filosofía de la sexualidad. En conjunto, estos cambios se han de
mirar con esperanza, porque la sexualidad es una obra de Dios y
una de las realidades más bellas de la vida humana. Un mejor
conocimiento de la biología y la psicología humana no ataca a la
obra de Dios, sino que la favorece, porque la desarrolla. La mirada
recelosa y torturada de quienes ven en los avances sexuales
males o al menos peligros no es una mirada cristiana. Lo cual no
obsta para que afirmemos que ciertos comportamientos de jóvenes
y de mayores, ciertas maneras de pensar, no pueden mirarse con
ojos de aprobación, ni siquiera con indiferencia, porque son
inaceptables.
La postura de esta catequesis ante los cambios de visión y
comportamiento sexual se resume en dos expresiones: apertura,
sentido crítico. Apertura, porque hay mucho de positivo en todo lo
nuevo; sentido crítico, porque no todo es bueno.
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