como hacer un cuento de la educacional
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Como tu quieras
Explicación:
Osea como puedas y te facilite
Respuesta:
Mi hijo roben cumplirá tres años en octubre, así que este año le toca empezar la escuela. Como muchos otros padres, niara y yo llevamos las últimas semanas dándole vueltas al tema. Buscando información sobre diferentes escuelas y métodos educativos, hemos encontrado este pequeño cuento que nos ha gustado. Lo siento, pero no sé de quién es.
Una vez un niño fue a la escuela y era bien pequeño. Y la escuela era bien grande, pero cuando el niño vio que podía ir a su clase directamente desde la puerta de afuera, se sintió feliz y la escuela no le parecía tan grande. Una mañana, cuando hacía poco que estaba en la escuela, la maestra dijo: -«Hoy vamos a hacer un dibujo». «Bien», pensó. Le gustaba mucho dibujar. Y podía hacer todas las cosas, leones, tigres gallinas y vacas, trenes y barcos y tomó su caja de lápices y comenzó a dibujar. Pero la maestra dijo: «¡Esperen! no es hora de comenzar». Y él esperó hasta que todos estuvieran preparados.«Ahora”, dijo la maestra “vamos a dibujar flores». «Qué bien», pensó el niño, a él le gustaba dibujar flores. Y comenzó a hacer bonitas flores, con lápiz rojo, naranja, azul. Pero la maestra dijo: «¡Esperen, yo les mostraré cómo se hacen!». Así -dijo la maestra-. Y era una flor roja con tallo verde. «Ahora sí», dijo la maestra. «Ahora pueden comenzar». El niño miró la flor de la maestra y luego la suya, y a él le gustaba más su flor que la de la maestra. Y no reveló esto. Simplemente guardó su papel e hizo una flor como la de la maestra, roja con el tallo verde.
Otro día, la maestra dijo: -«Hoy vamos a trabajar con hojas y colores ». «Bien» -pensó él, y podía hacer todo tipo de cosas con las hojas y los colores : serpientes, muñecos de nieve, elefantes , autos y camiones. Comenzó a dibujar.
Pero la maestra dijo:- «¡Esperen, no es hora de comenzar!» Y él, esperó hasta que todos estuvieran preparados. «Ahora -dijo la maestra- nosotros vamos a hacer una serpiente». «Bien», pensó el niño. A él le gustaba hacer serpientes. Y comenzó a hacer unas de diferentes tamaños y formas. Pero la maestra dijo: «¡Esperen, yo les mostraré como hacer una serpiente larga!». Ahora pueden comenzar. El niño miró la serpiente de la maestra, entonces miró la suya, y a él le gustaba más la suya que la de la maestra, pero no reveló esto. Simplemente dibujo en una gran hoja, e hizo una gran serpiente como la de la maestra.
Así, y luego, el niño aprendió a esperar, y a observar y a hacer las cosas como las de la maestra. Y luego no hacía las cosas por sí mismo.
Sucedió que el niño y su familia se mudaron a otra casa, en otra ciudad, y el niño tuvo que ir a otra escuela. Esa escuela era mucho más grande que la primera, tenía puerta afuera, pero para llegar a su aula, el niño tenía que subir unos escalones y seguir por un corredor largo.
Y justamente el primer día que estaba allí, la maestra dijo:- «Hoy vamos a hacer un dibujo». Bien, pensó el niño, y esperó que la maestra le dijera qué hacer. Pero ella no dijo nada, apenas andaba por el aula. Cuando se acercó al niño, ella dijo:
- ¿Tú no quieres dibujar?
- Sí -dijo el niño- pero ¿qué vamos a hacer?
- Yo no lo sé hasta que tú no lo hagas- dijo la maestra.
- ¿Cómo lo haré?- preguntó el niño.
- ¿Por qué?- dijo la maestra -De la manera que quieras.
- ¿Y de cualquier color?- preguntó él.
- De cualquier color- dijo la maestra; -si todos usasen los mismos colores e hicieran los mismos dibujos, ¿cómo se podría saber quién hizo que y cual sería de quien?
- No sé.- dijo el niño,
y comenzó a hacer una flor roja con el tallo verde.
Explicación:
listo