como creen que se consideraba antes de la conquista la orfebreria
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Prehistoria
Véase también: Edad de los Metales
Los primeros hallazgos de orfebrería son sencillas piezas de cobre que datan del final del periodo neolítico seguidas muy pronto de las de oro, plata y bronce, al abrirse la edad que recibe el nombre de este último metal. Los objetos que se labraron con dichos materiales consistían en diademas lisas a modo de cinta, gruesos brazaletes y collares rígidos (o torques) de una pieza, terminada por bolas piriformes, otros collares formados por sartas de bolitas perforadas y, en fin, anillos y pendientes de forma circular sencilla. La ornamentación de tales preseas, cuando existe, es puramente geométrica y se limita a surquillos rectos y en zig-zag, dientes, circulillos, puntos hechos a martillo, etc. Como cosa excepcional, se existe del antiguo Egipto algún cuchillo de sílex con guarnición y vaina de oro, ornamentadas con florones y figuras de animales. Se labraron también de cobre y de bronce agujas, cuchillos y armas diferentes en forma de flechas, espadas y hachas con alguna ornamentación geométrica en el puño y con un temple y corte bastante fino en la hoja y también una burrocracia
Edad Antigua
Oriente Próximo
Por las referencias de los primitivos historiadores, por los relatos de las inscripciones cuneiformes y por las escenas que los relieves antiguos de Asiria y Persia representan, sabemos que las obras de orfebrería y de broncería fueron muy abundantes y suntuosas en dichos imperios aunque no haya llegado hasta nosotros sino sencillos y escasos ejemplares de preciosos objetos abundando algo más los de bronce. Consta que usaban los reyes y magnates asirios, persas vajillas de oro y plata, dijes, adornos de inestimable precio, carruajes y aparejos de montura cuajados de oro, plata, sillas o tornos, mesa, lechos de preciosos metales o de bronce dorado, etc.
Entre las piezas metálicas de alguna importancia que se han descubierto en las ruinas de sus antiguas ciudades se cuentan principalmente:
del imperio caldeo, las toscas estatuitas de cobre de la colección Sarzec del Museo del Louvre;
del imperio asirio, las planchas de bronce repujado cuyos relieves figuran escenas guerreras y victorias del emperador y que a modo de fajas, adornaban las puertas del palacio de Asurnasirpal en la antigua Imgur-Bel, los cuales se hallan en el Museo Británico y son conocidos con el nombre de Puertas de Balawat. Además, las campanillas con que se adornaban los jaeces de los caballos, los vasos o platos de bronce con relieves de figuras dipuestas en zonas concéntricas, hallado todo en Numrudi por Layard y las tazas, copas y adornos del mismo metal entonrados en el palacio de Senaquerib (en Koyundjik) que hoy figuran en el expresado Museo londinense;
del imperio persa, los anillos, pendientes y otros dijes de bronce (algunos, con incrustaciones de oro) descubiertos en Susa y en la antigua Rages (éstos, con formas espirales).
Egipto
Orfebrería en Egipto. Dinastía XXII.
Orfebrería en Egipto. Dinastía XVIII.
La orfebrería egipcia, datada desde la época predinástica, y empleó con profusión el oro en utensilios valiosos. También para recubrir o chapar otros de bronce, piedra o madera. Consta que las minas de cobre de la península del Sinaí se explotaron desde épocas de las primeras dinastías.
Las vasijas de uso cotidiano en templos, palacios y casas de los nobles, eran normalmente de oro con relieves y grabados de figuras dispuestas alrededor de las mismas. En oro, bronce dorado y marfil (raramente en plata, muy escaso en Egipto) se labraron muchísimas estatuillas en honor a las divinidades y altos personajes. Asimismo fueron adornados de pedrería los tronos, muebles, brazaletes, collares, anillos, etc. Se revestían con planchas de oro o de electrum las puertas de los templos, los relieves de piedra y aun los zócalos y obeliscos más estimados. Se empleaba el bronce, como material ordinario en utensilios domésticos y en estatuas adornándolas a veces con incrustaciones de oro y plata.
Entre los objetos preciosos de orfebrería egipcia que han llegado hasta nuestros días y que guardan los museos destaca la colección de joyas de la reina Aah-Hotep, que figura en el museo de El Cairo y que se hallaron en el sepulcro de la reina (del siglo XVI al XVII a. C.) entre los cuales hay preciosas diademas, collares, anillos, un pectoral, una barquita de oro y otra de plata, con figurillas de tripulantes hechas de los referidos metales.
Asimismo, se admiran en el mencionado museo los riquísimos tesoros de otras princesas de la dinastía XII (siglos XX, XIX a. C.) con joyas parecidas cuyo número alcanza la cifra de 6.000. El museo del Louvre atesora, entre otras preciosidades de oro, la tríada de Osiris, Isis y Horus y unas copas con figuras grabadas. Del estudio de tales labores se infiere que los egipcios usaban los procedimientos decorativos del repujado, cincelado e incluso del granulado, que suele atribuirse a los griegos.
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