características de evento deportivo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los eventos deportivos son, ante todo, hechos sociales particulares que se distinguen tanto por su fuerte capital de marca, como por haber sido planeados y promocionados (por diferentes vías) con la idea de atraer la atención de diferentes grupos sociales.
Explicación:
La mercantilización de las experiencias de ocio, el avance de la cultura kitsch, la customización, el auge del info-entretenimiento, el éxito del new age, el avance del periodismo blando, la proliferación de los centros comerciales, el desarrollo de los talk shows y los reality shows, la extensión del amarillismo, la realidad virtual, el florecimiento de los parques, hoteles, restaurantes y viajes temáticos, el apogeo de los videojuegos, celulares y gadgets, el triunfo de la literatura light y el arte espectacular, así como la consolidación y el enorme protagonismo alcanzado en la cultura de masas por los grandes eventos mediáticos, culturales o de entretenimiento, son algunos fenómenos que corresponden precisamente a la expansión mundial de estos gustos y prácticas. Concentrando nuestra atención solo en los grandes eventos contemporáneos de entretenimiento, resulta crucial señalar que se trata de un vasto y variado conjunto de hechos sociales con los que se busca congregar temporalmente a diferentes grupos de personas con finalidades lúdicas, culturales, económicas, políticas, etcétera. Producidos hoy en día para atrapar la atención, divertir, enviar mensajes concretos, instaurar políticas espaciales y generar ganancias, los grandes eventos culturales o de entretenimiento por lo común tienen en su centro a las emociones, se apoyan en su mayoría en una parafernalia tecnológica y en una gran cobertura mediática, van dirigidos a targets concretos y casi siempre se realizan ritualizadamente en recintos específicos tales como salas de conciertos, teatros, auditorios, edificios históricos, parques, foros, plazas, arenas, centros comerciales, estadios, etcétera. Bautizada por Vicente Verdú como Capitalismo de Ficción, la «exp-onomy» es una economía donde los consumidores pagan por sentir , por adquirir vivencias, por apropiarse ya no solo de objetos o servicios intangibles sino de realidades customizadas, de experiencias memorables y persuasivas.
Frente a esta acepción, vale la pena anotar que especialistas como Getz prefieren utilizar el término evento especial para referirse particularmente a acontecimientos «que tienen lugar una vez, o de forma poco frecuente, fuera de la programación habitual de actividades». Por su parte, los profesionales que se dedican a la gestión de la cultura, prefieren utilizar simple y llanamente la palabra evento para referirse a cualquier tipo de sucesos programados sin que importe su tamaño, pero, claro está, siempre y cuando sean de índole cultural. «Evento puede ser la celebración de una capitalidad cultural o exposición universal pero también una pequeña exposición, festival de música, mercado medieval, fría de artesanía, certamen, fiestas locales, reunión, etcétera. Tratando de encontrar el punto medio entre las acepciones anteriores y para no restringir al campo de la cultura o al del arte el complejo y amplio fenómeno de los eventos, podemos afirmar entonces que estos son, ante todo, acontecimientos especiales, planificados y programados que por su condición extra-ordinaria marcan hitos en la vida de las comunidades y a su paso generan diferente tipo de impactos y consecuencias.
Y justo porque a la luz de esta última acepción los eventos son considerados como meras herramientas de gestión táctica diseñados desde el área de Comunicación Estatégica, Marketing o de Relaciones Públicas de una empresa, grupo o institución, se hace necesario reconocer que un porcentaje muy alto de los actuales eventos se diseñan explícitamente como fenómenos de ocio exotélico. 5 Es decir, como acontecimientos que en su mayoría se configuran como «productos» o «servicios» asociados a marcas que, por participar en las fases de cualquier actividad económica , favorecen prácticas lúdicas o experiencias de ocio que solo buscan «la utilidad o el negocio, en cualquier sentido» . Una larga y variada lista de sucesos a la que también debemos agregar los grandes espectáculos circenses, escénicos y cinematográficos, y por supuesto, los grandes acontecimientos deportivos de nuestra era.