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Respuestas a la pregunta
Respuesta: GENESIS 29
Jacob sirve a Labán por Raquel y Lea
El encuentro de Jacob con la familia de su tío materno, en Génesis 29, es conmovedor. A la primera persona que Jacob encuentra de la familia es a Raquel, y la conoce brindándole servicio. La familia le recibe con gozo y por un mes Jacob sirve a su tío Labán sin mayores ambiciones (Génesis 26:1–14). Las complicaciones surgen cuando Labán reconoce que Jacob es buen trabajador y le pregunta cuál quiere que sea su salario. Jacob, que había ido con la intención de buscar esposa, le sorprende pidiéndole la mano de Raquel a cambio de siete años de su servicio. Tras el acuerdo, Jacob sirve lealmente los siete años acordados. La escritura dice que los siete años “le parecieron como pocos días, porque la amaba”. Sin embargo, al término del plazo acordado, Jacob se lleva un desencanto cuando descubre que Labán le ha engañado al darle a otra hija suya, Lea, por esposa en vez de Raquel, con el pretexto de que esa es la costumbre del lugar. Jacob obtiene también a Raquel por esposa al cabo de una semana, pero para ello debe comprometerse a servir a Labán por otros siete años (Génesis 29:15–30). En los versículos finales de Génesis 29 se inicia una peculiar competencia entre ambas hermanas, Raquel y Lea. Ambas desean dar a Jacob mayor número de hijos que la otra. Aquí se documenta el nacimiento de los cuatro primeros hijos de Lea: Rubén, Simeón, Leví y Judá (Génesis 29:31–35).
GENESIS 30
Y VIENDO Rachêl que no daba hijos á Jacob, tuvo envidia de su hermana
Génesis 30 continúa el relato de la competencia por el mayor número de hijos entre las hermanas Lea y Raquel. Lea es más prolífica, y lleva ya la delantera con cuatro hijos (ver Génesis 29:31–35). Raquel, sin embargo, era estéril. La costumbre de la época permitía el expendiente de tener hijos a través de una concubina. De esa manera, Raquel da una concubina a Jacob y tiene, a través de su sierva Bilha, a Dan y a Neftalí (Génesis 30:1–8). De la misma manera, Lea da a su sierva Zilpa a Jacob como concubina y tiene, a través de ella, a Gad y a Aser (Génesis 30:9–13). El pasaje en relación con las mandrágoras tiene que ver con el poder de fertilidad que se le asignaba entre los pueblos antiguos a esta planta: Raquel quería curarse de su esterilidad. Gracias al trato que Raquel hace por las mandrágoras de Rubén,Lea tiene a Isacar. Después de esto, tiene además a Zabulón y a Dina, la única hija mujer (Génesis 30:14–21). Sorpresivamente, Raquel es ahora bendecida para tener hijos, y tiene a José. Con José termina esta peculiar competencia entre las hermanas por tener hijos. Entre las dos esposas y las dos concubinas han tenido, en total y hasta este momento, once hijos varones y una mujer. El resto del capítulo nos introduce a otra historia (Génesis 30:25–43). Jacob decide, tras el nacimiento de José, separarse de Labán. Al momento de la separación se precisaba un ajuste. Jacob pide como finiquito las ovejas y cabras moteadas. Por medios milagrosos, la reproducción del ganado de Labán tiende a producir borregos moteados y robustos, lo cual enriquece grandemente a Jacob.
CAPTURA DE PANTALLA 19 34 37 GENESIS 29
CAPTURA DE PANTALLA 19 34 28 GENESIS 30