Anécdotas de León de greiff
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Respuesta:
espero te sirva :)
Explicación:
La primera vez que escuché el nombre de León de Greiff fue en un recreo del colegio de mi infancia, en primero o segundo año de bachillerato, cuando un compañero mío dijo que su papá le contó que el poeta había dicho que Aguadas parecía una sucursal de Londres porque era una fábrica de producir niebla. En esos tiempos los poetas eran para nosotros como los dioses: nunca los habíamos visto, pero los imaginábamos creando el mundo cn sus palabras.
Esta anécdota atribuida a De Greiff nos llevó a un grupo de precoces lectores de poesía a buscar sus libros en las bibliotecas familiares y aunque no comprendíamos la mayor parte del significado de sus poemas, sí aprendimos de memoria varios de ellos porque sentimos el juego y la cadencia de un lenguaje extraño y divertido. Al igual que las primeras novias, los primeros poetas que llenan la memoria de la infancia y la juventud se convierten en fastasmas permanentes de los recuerdos nostálgicos del adulto y del anciano. La voz de León de Greiff ha estado unida de manera profunda a la imagen de los rostros de mis amores juveniles y de mis amigos de colegio y universdidad, que en medio del descubrimiento de la noche pagana y la bohemia literaria hicimos de la poesía de León un símbolo colectivo de rebeldía, anarquía y nihilismo.
Un poeta continúa vivo cuando sus palabras atraviesan indemnes a generaciones, modas literarias y cmapañas de publicidad. Hoy, en cualquier taberna donde se oye la voz de Silvio Rodríguez, Pablo Milánes, Shakira o los Aterciopelados, también se escucha la versión musical de Leonardo Álvarez interpretando a Sergio Stepanski y su relato existencialista. Los jóvenes cantan los poemas de los personajes de la obra de De Greiff y algunos de ellos han visitado sus libros y se han quedado allí para siempre. Claro está que León no fue nunca, ni lo es ahora, un poeta con lectores multitudinarios, pero el que se vuelve lector de su poesía se transforma en todo su ser.
De otro lado, pienso que la influencia de León de Greiff en los escritores e intelectuales colombianos es más profunda de lo que se cree. Desde los años veinte hasta los noventa, distintas generaciones de poetas y narradores han tendio a la obra de León como una fuente de inspiración y de reflexión. Aunque no para imitarlo, pues cualquiera sabe que De Greiff es inimitable, sino para nutrirse de la riqueza lingüística y temática de su poesía y, en los últimos años, de sus ensayos, publicados en volúmenes de sus mamotretos, inéditos en vida del poeta.
Narradores actuales como Héctor Abad Faciolince, Philip Potdevin y Julio César Londoño, entre otros, han expresado su fascinación por una poesía que reinventa los ritmos y amplía los límites de la escritura en español. Ahora bien, contrasta esta presencia real y significativa de León en los poetas y en los creadores de ficción, al lado de la escasa teoría crítica e investigación que han hecho los ensayistas y académicos colombianos en torno a la obra del poeta. Este ensayo busca contribuir a la reflexión teórica sobre la obra poética de León de Greiff, para que así tomenos más conciencia de las dimensiones universales de una poesía y de un poeta que se encuentra a la altura de los más grandes representantes de la literatura hispanoamericana de todas las épocas.