Análisis de los consejos de Jetro sobre la Administración
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La historia se sitúa en el siglo XIV a. C. Con Moisés como líder, alrededor de 600,000 hebreos
salieron de Egipto en busca de la Tierra Prometida hacía ya algún tiempo. Ayer hubo una
batalla contra los amalecitas. Moisés está muy cansado, pues tuvo que quedarse todo el
tiempo en la cima de una colina, sosteniendo en alto la vara de Dios para que los hebreos
ganaran la batalla. Menos mal que Aarón y Hur estaban ahí para ayudarlo, sosteniendo sus
brazos.
Hoy, Moisés recibe la visita de Jetró, su suegro. No habla mucho con él, pues desde la
mañana hasta la tarde recibe a las personas del pueblo, que hacen una fila aparentemente
interminable. Moisés casi no tiene tiempo para nada más. Jetró observa que Moisés resuelve
todos los problemas que las personas le llevan.
Al terminar la tarde, Jetró lleva a Moisés hasta lo alto de la colina, donde pueden conversar
sin interrupciones.
—Moisés —pregunta Jetró—, ¿por qué tienes que juzgar personalmente todos esos casos
que te traen? ¿Qué quieren todas esas personas?
—Bien, Jetró, lo que las personas quieren escuchar de mí es la interpretación de la voluntad
y las leyes de Dios.
—Pero así ya no te queda tiempo para cuidar de los asuntos realmente importantes. ¿Por qué
no mandas a otros a hacer ese servicio? ¿Has pensado qué pasaría si todo el mundo quisiera
hablar contigo?
—Pues ése es mi deber, Jetró. Imagina qué pasaría si otros hicieran algo mal.
—Eso no debe preocuparte, Moisés. Elige a personas competentes y crea un sistema jerárquico.
Forma grupos de 10 asistentes para que hablen directamente con el pueblo. Para
cada 10 grupos de 10 asistentes, designa a un jefe de grupo, que será responsable de
analizar los casos que los asistentes no supieron resolver. Para cada grupo de 10 jefes de
grupo, designa a un supervisor, que será el jefe de 100 y resolverá los problemas que los
jefes de grupo no supieron resolver. Finalmente, para cada grupo de 10 supervisores, nombra
a un jefe, que será el jefe de 1,000 y resolverá los problemas que los supervisores no
supieron resolver. De este modo, tú sólo tendrás que ocuparte de los problemas que los
jefes de 1,000 no logren solucionar. Eso te va a dejar tiempo para que te dediques a lo que
es realmente el trabajo de un líder.
—Jetró, ¿quién dice que ellos serán capaces de resolver problemas?
—Moisés, capacita a ese personal. Enséñales la ley y dales las directrices para aplicarla.
Hazlos responsables. Avisa a todos que de ahora en adelante es a ellos a quienes tienen que
buscar. Aprende a delegar, Moisés.
—¿Es como hacer una selección?
—Busca a la gente que sabes que es más competente. Pide al pueblo que elija a otros y de
esta manera forma un equipo.
—Jetró, seguiré tu consejo, pero todavía tengo mis miedos. ¿Y si ellos no aceptaran esa
responsabilidad?
—Bueno, Moisés, tú conversas con Dios de vez en cuando, o por lo menos es lo que tú
dices. Él sabrá aconsejarte mejor.
Al día siguiente Jetró, el primer consultor de ejecutivos de la historia, regresó a casa.
PREGUNTAS:
1- En esencia, ¿qué recomendó Jetró a Moisés?
Que delegue tareas porque el no podía hacer todo el solo.
2- ¿Cuáles son las condiciones para que las recomendaciones de Jetró funcionen?
Que Moisés capacite al personal. Que les enseñe la ley y les dé las directrices para aplicarla. Los haga responsables.
3- ¿Está usted de acuerdo con las recomendaciones de Jetró o sugiere opciones?
Estamos de acuerdo con las recomendaciones de Jetró.
4- ¿Cree usted que algunas personas rechazarían la responsabilidad de auxiliar a Moisés? ¿Qué propondría usted para persuadir a los que la rechacen? ¿O que se quedaría usted solamente con los que aceptaran?
Tal vez algunas personas podrían rechazarlo por no querer tanta responsabilidad. Nos quedaríamos con los que aceptaran, ya que es difícil trabajar con personas que no quieran hacer algo.
5- En su opinión, ¿la recomendación sigue siendo actual?
Sigue siendo actual, tal vez no con la misma distribución pero sigue siendo actual la delegación de tareas.
6- Ya han pasado 33 siglos desde aquella tarde en la colina del desierto. Muchos ejecutivos no saben, no logran o no quieren delegar. ¿Por qué?
Algunos por falta de confianza en la capacidad de sus subordinados y otros porque no les gusta darle oportunidades a los demás y quieren tener todo bajo su control.
Explicación:
ESO ES
Explicación:
pág #32: Consejos de Jetró
La historia se sitúa en el siglo XIV a. C. Con Moisés como líder, alrededor de 600,000 hebreos
salieron de Egipto en busca de la Tierra Prometida hacía ya algún tiempo. Ayer hubo una
batalla contra los amalecitas. Moisés está muy cansado, pues tuvo que quedarse todo el
tiempo en la cima de una colina, sosteniendo en alto la vara de Dios para que los hebreos
ganaran la batalla. Menos mal que Aarón y Hur estaban ahí para ayudarlo, sosteniendo sus
brazos.
Hoy, Moisés recibe la visita de Jetró, su suegro. No habla mucho con él, pues desde la
mañana hasta la tarde recibe a las personas del pueblo, que hacen una fila aparentemente
interminable. Moisés casi no tiene tiempo para nada más. Jetró observa que Moisés resuelve
todos los problemas que las personas le llevan.
Al terminar la tarde, Jetró lleva a Moisés hasta lo alto de la colina, donde pueden conversar
sin interrupciones.
—Moisés —pregunta Jetró—, ¿por qué tienes que juzgar personalmente todos esos casos
que te traen? ¿Qué quieren todas esas personas?
—Bien, Jetró, lo que las personas quieren escuchar de mí es la interpretación de la voluntad
y las leyes de Dios.
—Pero así ya no te queda tiempo para cuidar de los asuntos realmente importantes. ¿Por qué
no mandas a otros a hacer ese servicio? ¿Has pensado qué pasaría si todo el mundo quisiera
hablar contigo?
—Pues ése es mi deber, Jetró. Imagina qué pasaría si otros hicieran algo mal.
—Eso no debe preocuparte, Moisés. Elige a personas competentes y crea un sistema jerárquico.
Forma grupos de 10 asistentes para que hablen directamente con el pueblo. Para
cada 10 grupos de 10 asistentes, designa a un jefe de grupo, que será responsable de
analizar los casos que los asistentes no supieron resolver. Para cada grupo de 10 jefes de
grupo, designa a un supervisor, que será el jefe de 100 y resolverá los problemas que los
jefes de grupo no supieron resolver. Finalmente, para cada grupo de 10 supervisores, nombra
a un jefe, que será el jefe de 1,000 y resolverá los problemas que los supervisores no
supieron resolver. De este modo, tú sólo tendrás que ocuparte de los problemas que los
jefes de 1,000 no logren solucionar. Eso te va a dejar tiempo para que te dediques a lo que
es realmente el trabajo de un líder.
—Jetró, ¿quién dice que ellos serán capaces de resolver problemas?
—Moisés, capacita a ese personal. Enséñales la ley y dales las directrices para aplicarla.
Hazlos responsables. Avisa a todos que de ahora en adelante es a ellos a quienes tienen que
buscar. Aprende a delegar, Moisés.
—¿Es como hacer una selección?
—Busca a la gente que sabes que es más competente. Pide al pueblo que elija a otros y de
esta manera forma un equipo.