a. ¿Qué dificultades tiene la liberalización del comercio de azúcar en el Mercosur?
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El Centro Azucarero Argentino notificó ante la Secretaría de Industria, Comercio y Minería lo que considera presiones por parte del Brasil para penetrar sin aranceles en el Mercosur con su azúcar subsidiada y a partir de allí utilizar este producto como un elemento político de negociación en temas pendientes de resolución en el bloque regional.
La entidad rechaza de plano tal intención, toda vez que considera que las asimetrías entre ambos países, surgidas a partir de esos subsidios y de las innumerables regulaciones aplicados en elBrasil dejan a nuestra producción azucarera fuera de toda competencia comercial.
La entidad envió por ese motivo una nota firmada por su presidente, Jorge Zorreguieta, dirigida al titular de la citada cartera, Alieto Guadagni.
Regulaciones
En su presentación, el Centro Azucarero señala que "como consecuencia del plan pro alcohol, la producción de azúcar y alcohol en el Brasil está subsidiada y sujeta a innumerables regulaciones, y su precio y volumen dependen de la política energética de ese país".
Al mismo tiempo se aclara que "en la Argentina, por el contrario, la producción y comercialización del azúcar está totalmente desregulada y libre de competencia desde 1991".
Por tal motivo la entidad azucarera señala que nuestro país y el resto de las naciones integrantes del Mercosur se han opuesto a la liberación del comercio del azúcar en el bloque comercial y sostienen que los gravámenes vigentes deben mantenerse hasta tanto Brasil abandone ese sistema de regulaciones y subsidios.
"La Argentina ha mantenido hasta la fecha una firme posición de que no puede haber integración azucarera entre los países miembros del Mercosur mientras subsista la gran asimetría y distorsión provocada por el programa sucroalcoholero de Brasil", agrega la nota dirigida a Guadagni.
Por último, la presentación del Centro ante la Secretaría de Industria señala que de todo esto depende "el futuro de la actividad agroindustrial azucarera, que constituye la espina dorsal de las economías de las provincias del noroeste argentino (NOA), con sus obligadas repercusiones en el nivel de empleo y sus estructuras socioeconómicas.
El programa pro alcohol
Según la información que dispone el Centro Azucarero y a la que tuvo acceso La Nación , la importancia de los subsidios contemplados en el programa brasileño pro alcohol, que rondan los 2000 millones de dólares anuales, se refleja en la evolución de la producción de caña, que pasó de 68 millones de toneladas anuales en 1976 a unas 280 millones de toneladas para la presente zafra, convirtiendo al Brasil en el poseedor del cañaveral más grande el mundo. De este cañaveral, las dos terceras partes son utilizadas para la fabricación de alcohol, que tiene su colocación asegurada y su precio garantizado en las motonaftas.
Parte del alcohol es hidratado y otro tanto anhidro, pero ambos se usan como combustibles para automóviles.
La flota de vehículos propulsado a alcohol hidratado es de unos 4,3 millones de unidades, mientras que el resto utiliza combustibles con una mezcla del 22 por ciento de alcohol anhidro.
Según el Centro Azucarero, el precio garantizado que tienen los productores de alcohol en Brasil es aproximadamente el doble, o algo más, que el de la nafta importada.
Este cañaveral gigantesco subsidiado permite como complemento la producción de azúcar que, a su vez, es una de las más grandes del mundo. Brasil produce anualmente cerca de 15 millones de toneladas de azúcar, es decir, de 8 a 10 veces la producción argentina.
Sin competencia
Reitera la entidad presidida por Zorreguieta que obviamente, contra el azúcar subsidiado, la Argentina no puede competir porque, como se dijo, tiene un régimen totalmente desregulado y de libre competencia. Los 280 millones de toneladas de caña que Brasil produce suponen una potencialidad de producción de azúcar de unos 30 millones de toneladas.
Además, para el mercado mundial Brasil constituye una amenaza por su facilidad en sus decisiones de utilizar la caña tanto para producción de alcohol o de azúcar, según las decisiones políticas internas con respecto al precio de los combustibles.
Para el Centro Azucarero esto es motivo de inquietud para el mercado mundial y ha sido y es objeto de análisis por parte de la International Sugar Organization, Landell Mills y otros especialistas de distintas partes del mundo.
Subsidios
Según denunció el Centro Azucarero, el subsidio brasileño equivale a 170/180 dólares por tonelada de azúcar, pero es posible, como parte de una maniobra extra, que se lo intente disimular pasando parte de lo que corresponde al alcohol anhidro a los consumidores por medio de impuestos a los combustibles con fines ecológicos y de un mayor precio de las naftas. Con respecto al alcohol hidratado aún no hay decisión tomada
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OJALA te ayude abraso
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