1. ¿Qué animó a los europeos a impulsar los viajes de exploración de los siglos XV y XVI?.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Se denominan expediciones científicas, a una serie de viajes financiados por distintos países de Europa durante el siglo XVIII con el propósito de recolectar información científica, geográfica, de recursos naturales y explorar tierras y mares, en algunos casos con propósitos comerciales. Sus raíces en alguna medida se encuentran en el enciclopedismo francés. Las naciones europeas compitieron en incrementar su saber científico.
En la época de los viajes de exploración científica siguió a la Era de los descubrimientos1 y se inspiró en una nueva confianza en la ciencia y la razón que surgió en la Era de la Ilustración. La llegada de los europeos a América había abierto un escenario de grandes posibilidades y las expediciones marítimas fueron un medio para expandir los imperio coloniales, establecer nuevas rutas comerciales y extender las relaciones diplomáticas y comerciales a esos nuevos territorios. Ya con la Ilustración, la curiosidad científica se convirtió en un nuevo motivo para la exploración que se agregó a las ambiciones comerciales y políticas del pasado.2
Fue la Corona Española la primera en llevar a cabo estas exploraciones a escala global aunque posteriormente con la ayuda de las innovaciones tecnológicas (teodolito, cuadrante, cronómetro de precisión, brújula, telescopio, etc.) y motivados por la aparición de nuevas corrientes filosóficas y científicas (Rousseau, Buffon, Darwin, entre otros) entran en escena otras potencias que aspiran capitalizar los nuevos conocimientos. Pero fue, sobre todo, a partir de mediados del siglo XVIII y durante el siglo XIX cuando se multiplicaron las expediciones de carácter predominantemente científico. Más que para descubrir nuevas tierras, esas misiones tenían por objetivo cartografiar las diferentes regiones, descubrir la fauna y la flora (la historia natural), realizar observaciones astronómicas y meteorológicas y probar nuevas teorías en la forma de calcular la longitud. También, muy a menudo, coexistían objetivos políticos, más o menos encubiertos, que buscaban establecer o fortalecer los asentamientos y colonias.
Estos viajes, en general, permitieron la realización de levantamientos cartográficos, trazar nuevas rutas para el comercio marítimo, descubrir territorios, especies vegetales y animales, así como pueblos desconocidos, informar en Europa de los especímenes plantas y frutas tropicales, y hacer avanzar determinadas disciplinas (historia natural, medicina, geografía, hidrología, ictiología, oceanografía, etnología, etc.). También permitieron establecer relaciones diplomáticas y comerciales con países fuera de la esfera de influencia europea.
Entre las expediciones más destacadas se cuentan las tres realizadas por James Cook entre 1768 y 1779,3 la que llevó a cabo el conde de La Pérouse en el periodo que va desde 1785 a 1788,4 la expedición realizada entre 1789 y 1794 por Alejandro Malaspina,5 y las realizadas por Alexander von Humboldt entre 1799 y 1804. También es destacable la expedición científica compuesta por 167 hombres de ciencia que acompañó a Napoleón Bonaparte en su Campaña napoleónica en Egipto y Siria entre 1798 y 1801.
Por lo general en las expediciones tomaban parte un grupo de especialistas con conocimientos en diversos temas y áreas (tales como geografía, biología, botánica, astronomía, geología). Además siempre las acompañaba un grupo de ilustradores y dibujantes, que dejaron muchos bocetos e ilustraciones de los diversos animales, paisajes y plantas que encontraban, muchos de los cuales sirvieron para completar los libros y documentos que se produjeron con los relatos de las expediciones y sus hallazgos.
Explicación:
Respuesta:
Fue la Corona Española la primera en llevar a cabo estas exploraciones a escala global aunque posteriormente con la ayuda de las innovaciones tecnológicas (teodolito, cuadrante, cronómetro de precisión, brújula, telescopio, etc.) y motivados por la aparición de nuevas corrientes filosóficas y científicas (Rousseau, Buffon, Darwin, entre otros) entran en escena otras potencias que aspiran capitalizar los nuevos conocimientos. Pero fue, sobre todo, a partir de mediados del siglo XVIII y durante el siglo XIX cuando se multiplicaron las expediciones de carácter predominantemente científico. Más que para descubrir nuevas tierras, esas misiones tenían por objetivo cartografiar las diferentes regiones, descubrir la fauna y la flora (la historia natural), realizar observaciones astronómicas y meteorológicas y probar nuevas teorías en la forma de calcular la longitud. También, muy a menudo, coexistían objetivos políticos, más o menos encubiertos, que buscaban establecer o fortalecer los asentamientos y colonias.
Estos viajes, en general, permitieron la realización de levantamientos cartográficos, trazar nuevas rutas para el comercio marítimo, descubrir territorios, especies vegetales y animales, así como pueblos desconocidos, informar en Europa de los especímenes plantas y frutas tropicales, y hacer avanzar determinadas disciplinas (historia natural, medicina, geografía, hidrología, ictiología, oceanografía, etnología, etc.). También permitieron establecer relaciones diplomáticas y comerciales con países fuera de la esfera de influencia europea.
Entre las expediciones más destacadas se cuentan las tres realizadas por James Cook entre 1768 y 1779,3 la que llevó a cabo el conde de La Pérouse en el periodo que va desde 1785 a 1788,4 la expedición realizada entre 1789 y 1794 por Alejandro Malaspina,5 y las realizadas por Alexander von Humboldt entre 1799 y 1804. También es destacable la expedición científica compuesta por 167 hombres de ciencia que acompañó a Napoleón Bonaparte en su Campaña napoleónica en Egipto y Siria entre 1798 y 1801.
Por lo general en las expediciones tomaban parte un grupo de especialistas con conocimientos en diversos temas y áreas (tales como geografía, biología, botánica, astronomía, geología). Además siempre las acompañaba un grupo de ilustradores y dibujantes, que dejaron muchos bocetos e ilustraciones de los diversos animales, paisajes y plantas que encontraban, muchos de los cuales sirvieron para completar los libros y documentos que se produjeron con los relatos de las expediciones y sus hallazgos.