y cuál fue la reacción de los trabajadores a partir de la distribución y detención de Perón
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Contexto histórico nacional
El 4 de junio de 1943 se produce el segundo golpe de Estado en la Argentina, que pone fin a un período conocido como "Década Infame" caracterizado por la utilización del llamado “fraude patriótico”. Este golpe estuvo encabezado por el Grupo de Oficiales Unidos (GOU), una logia militar compuesta por capitanes, tenientes y coroneles cercanos al nacionalismo católico. Uno de los miembros que se destacó fue el coronel Juan Domingo Perón, quien fue designado al frente del Departamento Nacional del Trabajo, luego convertido en Secretaría de Trabajo y Previsión. Desde este lugar llevó adelante una fuerte política social y laboral impulsando una amplia cantidad de medidas que beneficiaron a los trabajadores, tales como indemnizaciones laborales, vacaciones pagas, jubilaciones y el Estatuto del Peón. Estas políticas de corte popular lograron la adhesión de los sectores trabajadores, pero fue en detrimento del apoyo de sectores empresarios, lo cual se sumaba a las discrepancias militares. Esta situación forzó la renuncia de Perón el 8 de octubre de 1945 y su posterior detención en la Isla Martín García.
Contexto histórico regional
Desde principios del siglo XX, se dio una fuerte inmigración en la región de La Plata, Berisso y Ensenada. En estas dos últimas localidades dada su cercanía al puerto, la instalación de los frigoríficos Swift y Armour y de la petrolera estatal YPF, entre otros factores, se configuró una población con alto componente obrero. Además durante la Segunda Guerra Mundial las exportaciones de carne habían crecido exponencialmente lo cual llevó a que la población de Berisso alcanzara los 45.000 habitantes hacia 1943.[1] Estas características propiciaron que la adhesión a Perón por sus políticas laborales se diera con particular intensidad.
Desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, Perón forjó una estrecha relación con el incipiente Sindicato Autónomo de la Industria de la Carne de Berisso, cuyo referente fue Cipriano Reyes. Este dirigente sindical tuvo un fuerte vínculo con el coronel Perón quien visitó Berisso en numerosas oportunidades. En esta localidad industrial había una estrecha identidad entre el lugar de trabajo y el de residencia, esta particularidad favoreció la adhesión a Perón y explica su relevante rol movilizador en las jornadas del 17 de octubre.[2]
La movilización
Diario El Día, 20 de octubre de 1945, página 4.
El día lunes 15 de octubre los trabajadores realizaron una manifestación por la calle Montevideo, arteria principal de Berisso, donde se reunieron alrededor de setecientas personas coreando el nombre de Perón y exigiendo que fuera dado en libertad. Al día siguiente, se dio una idéntica escena a la que se sumaron trescientas mujeres, obreros y trabajadores de Villa San Carlos. La marcha estuvo controlada por varios agentes del orden.
El miércoles 17, los trabajadores de Berisso estaban en contacto con obreros de Avellaneda y otros barrios proletarios del sur del Gran Buenos Aires y con los ingenios azucareros tucumanos. En el marco de la movilización ocurrida en Berisso los obreros convocaron la adhesión de los comerciantes del Gran La Plata a la misma mediante el cierre de sus negocios, a lo que se sumó el cierre de las escuelas y piquetes en los accesos a la ciudad, lo que impidió la entrada de camiones y tranvías, dejando a Berisso en un total aislamiento. El grueso de la manifestación estaba compuesto por trabajadores de frigoríficos, fábricas textiles, portuarios, ferroviarios y obreros de la construcción, que recorrieron a pie los 10 kilómetros que distancian Berisso del centro de La Plata. Para entonces los manifestantes habían cobrado un aspecto amenazador, consiguiendo que el interventor federal, el general Sáenz, enviase una delegación a Buenos Aires para hablar con Perón. Los diarios El Día y El Argentino reflejaron la manifestación como masiva, y caracterizaron los episodios como violentos[cita requerida]. Similares manifestaciones se reproducen en Buenos Aires, Rosario y otras ciudades del interior.[3][4]