viejas tarea es importante para desarrollar buenos hábitos de lectura
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Organizate con tus tareas básicas: ten un plan que te permita liberar horas de estudio para preparar la materia o para disfrutar de la lectura: cuenta con un buffet que te libre de cocinar, con servicio de lavandería que te ayude con la higiene y las tareas domésticas, etc.
Retírate a un lugar tranquilo: algunos prefieren la biblioteca o sala de lectura como templo para poder leer garantizándose que nadie le molestará ni ningún ruido interrumpirá su inspiración, pero otros lugares como zonas ajarinadas a la sombra o incluso un parque cercano (como el de L’Oreneta o los jardines de Can Sentmenat), pueden ser el oasis perfecto para disfrutar del hábito y del excelente clima de Barcelona.
Cuenta con una habitación que invite a la lectura: una habitación adecuada para el estudio no solo necesita un escritorio amplio y cómodo, sino también buena iluminación natural, que sea una estancia fresca y espaciosa, etc.
Nunca te obligues a leer: la lectura es un placer muy disfrutable que, como ocurre con otros placeres como la gastronomía, debe entrarte a la primera y sin obligaciones de por medio. Si te encuentras cansado, no te apetece o el libro que has comenzado no te convence, busca otro ejemplar y otro momento para que le puedas dedicar el tiempo y la atención que merece.
¡Apaga el ordenador!: no te dejes esclavizar por una pantalla y un teclado. Lo mejor para desestresarte y descansar la mente es hacerlo cómodamente en un lugar confortable mientras te sumerges en las páginas de una buena novela.
Si no tienes el hábito, no comiences por «obras cumbre»: los clásicos universales lo son por meritos propio, pero al igual que no podemos pretender comenzar una carrera universitaria y dominar desde el comienzo la práctica antes que la teoría, no podemos empezar por el Quijote si apenas tenemos la costumbre de sentarnos a leer. Comienza por una antología de obras, un best-seller para todos los públicos o en definitiva por lo que te apetezca. No hay nada mejor en estos casos que dejarte recomendar por un amigo enamorado de las letras.
Busca tus momentos: debemos insistir que la lectura no es un hábito al que le tengas que dedicar X horas al día, sino un momento de relax, de disfrute, que te permite desconectar y sumergirte en otros mundos. Si no encuentras el momento a lo largo del día, dedícale unos minutos antes de dormir o incluso en los trayectos de la residencia a la universidad. Lo importante es que puedas disfrutar cuando quieras, donde quieras y como quieras.
Ten un libro siempre a mano: precisamente porque es mucho más relajante y placentero leer cuando nos plazca que engancharnos a la dictadura de nuestro móvil, no dudes en tener un ejemplar a mano de tu autor favorito en versión «de bolsillo». Lo agradecerás al momento de tener que esperar el bus o entre clase y clase.
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