vestigar la historia de La sonrisa de la fábrica pero que esté completa completita por favor ayuda
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
NO SE SI ESTO TE SIRVA
La fábrica de sonrisas
Cuenta una antigua leyenda que existe un país de la alegría, y en el país de la alegría se encuentra la famosa y fantástica fábrica de sonrisas. Parece ser que en esta fábrica trabajan cientos de duendes y de hadas fabricando sonrisas para todas las personas, fabrican sonrisas tímidas, también grandes carcajadas, sonrisas de complicidad, otras de ensueño, de todos los tipos y colores que os podéis imaginar. Cada día miles de sonrisas salen de la fábrica de sonrisas y llegan al corazón de las personas.
Lea era una niña que había escuchado miles de veces esa leyenda, su abuela solía contársela para ir a dormir. Y esta era la historia preferida de Lea. A Lea le encantaba esta historia porque le gustaba creer que había una fábrica de sonrisas, que todos en casa, en el cole y en la calle estaban sonrientes porque las hadas y los duendes de la fábrica de sonrisas podían fabricar cada día miles y miles de sonrisas.
Cuando Lea creció, ocurrió que perdió su sonrisa. Lea estaba muy triste, muchas cosas le preocupaban y muchas cosas le habían puesto triste. Los médicos dijeron que Lea tenía la enfermedad de la tristeza, apenas quería salir de casa, no tenía ganas de nada y todo le parecía muy muy triste. Lea estaba realmente enferma. Una noche Lea estaba muy triste, tanto que no podía dormir, y buscó algo para leer.
Encontró aquel viejo cuento que su abuela le leía por las noches cuando era pequeña, el cuento sobre la fábrica de sonrisas, situada en el país de la alegría. Mientras leía el cuento Lea, pensaba que tal vez la fábrica ya no funcionaba bien, que a lo mejor la habían cerrado, o que tal vez a ella no le llegaban las sonrisas. Tenía que encontrar el país de la Alegría, tenía que encontrar la fábrica de sonrisas para recuperar sus sonrisas y curar su tristeza. Lea pensó en todo eso, y hasta se le ocurrió un plan, cuando se quedó dormida.
Entonces apareció un pequeño duende, un duende de la fábrica de sonrisas, del país de la Alegría, y le explico lo siguiente:
Lea, buscas la fábrica de sonrisas para hacerla funcionar. Si quieres encontrarla tienes que viajar en tu interior. Cada persona tiene en su interior su propio país de la Alegría, y en ese país dentro de cada uno está también la fábrica de sonrisas. Solo tú puedes hacer funcionar tu fabrica, solo tú puedes devolvernos a nosotros nuestra labor, para que podamos volver a construir sonrisas y devolver la alegría.
Cuando Lea despertó, recordaba el sueño perfectamente. Entonces se dio cuenta de que no podía buscar la alegría fuera, de que la alegría estaba en su interior y de que solo ella podía hacer funcionar su fábrica de sonrisas. No fue fácil, pero poco a poco consiguió hacerla funcionar y la fábrica volvió a fabricar muchas sonrisas.