ventajas y desventajas del socialismo.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Ventajas del socialismo
Entre las ventajas que presenta el socialismo, conviene resaltar las siguientes:
Los medios de producción son de propiedad pública, por lo que sus beneficios, en teoría, se revierten a la sociedad.
Se elimina el privilegio del bienestar individual, primando el interés general y el bienestar colectivo.
Está muy centrado en conceptos como la desigualdad. En otras palabras, promueve sociedades más igualitarias, donde no existan diferencias notables en los niveles de renta de la población.
El socialismo tiene muy en cuenta las necesidades del individuo. Por ello, contempla herramientas que garantizan el acceso a un nivel básico de vida.
El socialismo está muy comprometido con la clase obrera. Por ello, aboga por la regulación del mercado laboral, así como la protección del individuo, impidiendo la explotación laboral y la vulneración de los derechos de los trabajadores.
De la misma forma, el socialismo está muy comprometido con el medioambiente. En cierta forma, también por su enemistad con el capitalismo. Por ello, aboga por una menor producción, con el fin de hacer sostenible el crecimiento.
Desventajas del socialismo
De la misma forma que lo que comentamos puede ser una ventaja, también podría ser una desventaja si lo miramos desde el punto de vista de un defensor del capitalismo.
Por ello, conviene resaltar sus desventajas, entre las cuales se encuentra el afecto adverso que se produce en el caso de que alguna de las políticas anteriores no funcionase:
Entre las primeras desventajas, la eliminación de la propiedad privada podría eliminar los incentivos con los que cuenta el empresario para invertir. Lo que podría llevarnos a una situación de menor bienestar, por la huida de los capitales.
Privilegiar el bienestar general, por otro lado, también podría mermar la economía. En este sentido, la defensa de una sociedad igualitaria, al no primar tanto la meritocracia, podría espantar el talento y el capital humano.
Las desigualdades, como decíamos al inicio, en ocasiones son herramientas que, para el capitalista, permiten el desarrollo y la libre competencia. En este sentido, una constante lucha por eliminar las desigualdades, a largo plazo, también podría fomentar la huida del talento.
Garantizar el acceso universal a los servicios básicos tiene un coste. Esa mayor presión fiscal, con el fin de sufragar el mayor coste del Estado, podría espantar la inversión extranjera y, de la misma forma, el capital.
Asimismo, la defensa de la clase obrera, en ocasiones, se hace en detrimento del empresario. Esto podría desincentivar la llegada de empresas y, por ende, la creación de empleo.
De la misma forma, la sobrerregulación del mercado laboral puede echar del mercado formal a muchos empleados, que comienzan a trabajar en el sector informal. Ello, con menos derechos y menor retribución, entre otros aspectos.
Espero te sirva.