Historia, pregunta formulada por xmhrg122a, hace 7 meses

Ventajas y Desventajas del conflicto "El mundo bipolar"

Respuestas a la pregunta

Contestado por evelynmaribelromeroc
4

Respuesta:

LA SEGUNDA GUERRA FRÍA »

El mundo bipolar no será

Las contiendas actuales funcionan como disrupciones de los circuitos de interdependencia en vez de un enfrentamiento entre bloques

Hay épocas y quizá gentes caracterizadas por la inconsciencia histórica, que solo viven el presente, y épocas y gentes hipersensibles respecto al pasado, atormentadas por el fantasma de unos acontecimientos trágicos que amenazan con regresar. La nuestra es todavía más extraña porque conviven en ella las dos modalidades de la conciencia del tiempo, con amplios sectores de nuestras sociedades sumergidas en un presentismo digital adanista y otras, quizá más acotadas pero no menos influyentes, atentas y alarmadas, a veces obsesivamente, ante el retorno de los males que afligieron a generaciones anteriores, que se anuncian a través de signos ambiguos de nuestro presente.

Parece ajustada la idea de los sonámbulos para una Europa ensimismada y adormecida

Sucedió hace un par de años con el centenario del estallido de la Gran Guerra de 1914 a 1918, fruto de evaluaciones y decisiones de una generación de dirigentes sin visión ni estrategias, auténticos sonámbulos según el historiador británico Christopher Clark (Sonámbulos. Cómo Europa fue a la guerra en 1914; Galaxia Gutenberg). Y sucede también desde idéntica fecha, sobre todo a partir de la crisis ucrania y la anexión de Crimea, con la idea de una nueva guerra fría que enfrentaría de nuevo a dos campos, el occidental, encabezado naturalmente por Estados Unidos, y el antioccidental, con la Rusia de Vladímir Putin al mando, en una mímesis del periodo entre 1948 y 1989, cuando el mundo quedó repartido y dividido en dos bloques, en un equilibrio del terror garantizado por la disuasión nuclear.

Parece ajustada la idea de los sonámbulos para una Europa ensimismada y adormecida como la actual, a la que una crisis o incluso un percance cualquiera puede situar en una situación indeseada como sucedió con las potencias europeas hace cien años, pero la analogía da poco más de sí. Mayor pegada tiene la idea de una nueva guerra fría, en la que la Rusia eterna vuelve a las andadas de su larga historia como potencia euroasiática, a la vez expansiva y vulnerable, dolida todavía por la desaparición de la Unión Soviética, que Putin calificó como “la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX”. El zarpazo sobre Crimea acredita la vocación rusa, como el repliegue de Washington y la desgana europea por la propia seguridad acreditan una debilidad occidental propicia a un nuevo reparto del mundo, en el que Moscú se ofrezca de nuevo como capital internacional de las naciones soberanas frente al Washington del imperialismo globalizado.

Late en ambas ideas un temor, expresado por el papa Francisco, acerca de una tercera guerra mundial que, de acuerdo con las intuitivas reglas de la premonición histórica, deberá ser peor aún que la anterior, superadora a su vez en mortandad y devastación a la primera guerra reconocida como tal en el siglo XX. La retórica inflamada y demencial del autodenominado Estado Islámico fantasea en esta dirección, en forma de un enfrentamiento apocalíptico y definitivo entre Occidente y el islam yihadista. Se apoya en la teoría del choque de civilizaciones que formuló el politólogo estadounidense Samuel Huntington en 1993, adoptada como programa, no como análisis, por los teólogos de la guerra islámica en respuesta simétrica a la insensata guerra global contra el terror declarada por George Bush y sus neocons tras los atentados del 11-S.

Tercera guerra mundial o nueva guerra fría no dejan de ser metáforas punzantes que pretenden despertar a los sonámbulos

Tercera guerra mundial o nueva guerra fría no dejan de ser metáforas punzantes que pretenden despertar a los sonámbulos ante los nuevos riesgos surgidos de la redistribución de poder en el mundo. Estamos ahora en un planeta multipolar, donde todo son interdependencias y soberanías compartidas, en vez de dos hemisferios casi incomunicados e ideológicamente opuestos y enfrentados, en el que los países podían aspirar como máximo a soberanías limitadas. La Guerra Fría fue fruto de un mundo bipolar surgido de la II Guerra Mundial que ya no regresará. Nadie, ni siquiera la mayor y casi única superpotencia, puede hacer algo ahora en solitario, sin coaligarse con otros.

Explicación:

Esto fue lo que encontré :v

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