ventajas del parlamentarismo tradicional en chile
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
– No sujeción a periodos fijos del Jefe de Gobierno.
– Mejor sistema de control y cambios en el gobierno.
– Ámbito óptimo de actuación y vida de los partidos.
– El caudillismo es menos frecuente en el sistema parlamentario.
– Desaparece el conflicto estructural entre el Legislador y el Jefe de Gobierno.
– Posibilidad de cumplir programas de gobierno o de partido.
Explicación:CORONA PORFA
Respuesta:
– No sujeción a periodos fijos del Jefe de Gobierno. Por no estar sujeto el ejercicio del Poder Ejecutivo en cabeza del Primer Ministro a un término fijo, como sucede en el sistema presidencial, el Jefe del Gobierno puede continuar en su cargo mientras goce del apoyo mayoritario del Parlamento, o puede llegar a perder su mandato en cualquier momento, si una moción de confianza le resulta adversa.
– Mejor sistema de control y cambios en el gobierno. Por ser el Parlamento el órgano democrático de más representación genuina de toda la nación, integrado por profesionales de la política activa, en ejercicio constante y cercano a los problemas de gobernabilidad y política pública, es el colectivo más indicado para juzgar el desempeño del Ejecutivo y sostener o cambiar gobiernos. Por el contrario, en el sistema presidencial, sujeto a periodos fijos, en el caso de ser necesario el cambio antes de que el periodo se cumpla, hay que acudir a las cacerolas, la asonada, el cuartelazo, la huelga general y otros sistemas, todos ajenos a las fórmulas fáciles, jurídicas, centenariamente practicadas por las democracias parlamentarias.
– Ámbito óptimo de actuación y vida de los partidos. El Parlamento, en el sistema dual de gobierno, es el escenario natural de los debates, el foro de la lucha política y la educación democrática, y es allí donde se fortalecen, compactan y definen los partidos políticos. El descolorido decaimiento, fragmentación y casi extinción de los partidos en Colombia, como en toda América Latina, obedece, como razón principal, a la falta de ese escenario natural de vida y acción de los grupos partidistas.
– El caudillismo es menos frecuente en el sistema parlamentario. El caudillo, líder carismático, nace y se sostiene más como producto mesiánico del sentimiento emocional y popular de las grandes masas, que como resultado de una escogencia o elección del parlamento, normalmente integrado por políticos profesionales de mayor nivel cultural, posición crítica y con responsabilidades partidistas que priman sobre las personales.
– Desaparece el conflicto estructural entre el Legislador y el Jefe de Gobierno. Se ha señalado que el debate electoral y la elección de los congresistas en el sistema parlamentario responden a un evidente carácter partidista, que fortalece y da vida a los partidos, mientras que la elección de Presidente, en nuestro sistema, se cumple mediante un voto de opinión sobre los candidatos, voto que es más personal o fulanista que de partido. En el sistema presidencial ambas elecciones, las de Congreso y Presidente, las cumple el mismo elector primario, el pueblo, generalmente en fechas distintas, y lo hace integrando dos poderes independientes que, por consiguiente, nacen enfrentados ab initio. En el sistema parlamentario, en cambio, se hace una sola elección, la de la Asamblea Legislativa Nacional, Congreso o Parlamento, que escoge tanto al Jefe de Estado como al Primer Ministro o Jefe de Gobierno.