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Respuestas a la pregunta
lee por favor para que complete Los inicios del reino asirio se remontan a mediados del tercer milenio a.C. Tras una larga historia de eventos militares, políticos y económicos, Asiria se consolidó en los siglos viii y vii a.C. como el Imperio más grande de su época. Entre 615 y 609 a.C. se gestó un colapso dramático que puso fin al Estado asirio; sin embargo, elementos de la cultura asiria sobrevivieron, sobre todo en el territorio nuclear de Asiria en la zona media del río Tigris. Las historias sobre Asiria continuaron circulando en Oriente y Occidente gracias a fuentes secundarias y terciarias, como la Biblia hebrea y otros textos clásicos. La oportunidad de estudiar Asiria a través de fuentes primarias se presentó a mediados del siglo xix, cuando se condujeron excavaciones arqueológicas de las ruinas de ciudades como Asur, Calah y Nínive. El desciframiento de los textos cuneiformes encontrados en estos sitios permitió que el mundo asirio se pudiera estudiar una vez más, ahora en sus propios términos. En estas páginas se ofrece una revisión concisa de la historia y la cultura de la antigua Asiria, con el foco puesto en su periodo imperial.
Un pequeño pueblo a la orilla del Tigris
La civilización asiria se originó en una pequeña ciudad, cuya ubicación era estratégica, llamada Asur. Esta ciudad se encuentra 65 kilómetros al sur de la ciudad iraquí de Mosul, en un risco que sirve como una fortaleza natural cerca del vado del banco occidental del río Tigris, en un punto importante de una ruta de intercambio en la red comercial de la región. Más o menos a partir de 2700 a.C., el proceso de urbanización se incrementó en la zona media del Tigris que se habría de convertir en el corazón de Asiria, y de esta manera el asentamiento de Asur adquirió mayor relevancia. En un principio la influencia de la vecina Babilonia, al sur, fue palpable, en especial en el arte y la arquitectura, pero con el paso del tiempo la población de Asur desarrolló una identidad propia, marcada de manera prominente por el uso del lenguaje asirio y la adoración del dios Asur, llamado igual que la urbe que inspiró su creación.