utilizando un buscador,investigar sobre otras formas de periodizacion de la historia.
registrar características que lo definen .
que las diferencia del modelo tradicional europeo?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
imitador forma de periodistas de la historia registra característica diferente modelo tradicional europeos arroz
Uno de los problemas a los que se enfrenta el historiador es el de la objetividad de las fechas. El calendario es fundamental en esto, y este es una convención que se ha cambiado en algunas ocasiones. No todos utilizamos el mismo calendario. Están vigentes los calendarios chinos, musulmanes o hebreos. El calendario juliano, creado en el 43 a.C. por Julio César, estuvo vigente, en algunas partes del mundo, hasta el siglo XX. Aunque es cierto que el calendario más universal, y oficialmente aceptado por todos, es el calendario gregoriano, creado en 1582 por el papa Gregorio XIII, y aceptado desde entonces en toda Europa occidental. Otros intentos de crear calendarios, como el célebre calendario republicano de la Revolución francesa, han fracasado, y es que es muy difícil cambiar la costumbre. Pero todos los calendarios son arbitrarios. El actual toma como año 1 el supuesto año en el que nació Jesucristo. Sin embargo, por muy importante que sea esta fecha para los cristianos no es, objetivamente, una fecha relevante, no deja de ser una convención. Pero la importancia de un calendario unánimemente aceptado es vital para localizar los hechos de la historia en el tiempo, un tiempo reconocido por todos.
El tiempo pasado es un objeto demasiado amplio y diverso como para estudiarlo en conjunto como una sola unidad, por lo que los historiadores lo han tratado de dividir en diferentes escalas temporales, épocas, siglos, décadas, en las cuales aparecen como temas de estudio diferentes hechos que definen unos y otros.
La historiografía tradicional ha dividido el tiempo pasado en edades. Existen dos períodos básicos: la Prehistoria, tiempo anterior a los documentos escritos, y la Historia. La Prehistoria se divide en: Paleolítico, antes del descubrimiento de la agricultura, la ganadería y la artesanía; Mesolítico período de transición; y Neolítico, después del descubrimiento de la agricultura, la ganadería y la artesanía. Por su parte la Historia se divide en: Edad Antigua, desde las primeras culturas de las que tenemos documentos escritos hasta la caída del Imperio romano; Edad Media, desde la caída del Imperio romano hasta el descubrimiento de América y la caída de Constantinopla; Edad Moderna, desde el descubrimiento de América hasta la revolución industrial y la Revolución francesa; y Edad Contemporánea, desde la Revolución francesa hasta la actualidad. A esta escala, es el modo de producción lo que aparece como objeto de estudio. Evidentemente, esta periodización es arbitraria y eurocéntrica, pero es la más utilizada. Sin embargo, no es la única manera de dividir la historia.
Otra periodización es la de Arnold Toynbee que considera que la historia de la humanidad ha pasado por veintinueve civilizaciones, de las cuales veintiuna se han desarrollado completamente y nueve se han abortado; entre las que están los esquimales, los osmanlíes y los espartanos. Catorce ya han desaparecido: egipcia, andina, sínica, babilónica, iránica, micénica, sumeria, maya, yucateca, mexicana, hitita, siríaca, árabe y helénica. Y cinco viven aún: occidental, ortodoxa, hindú, islámica y extremo oriental, a las que cabría añadir la japonesa y la ortodoxa rusa. Las primeras ocho civilizaciones no tuvieron relación entre sí, y son el origen de todas las demás. Por otro lado, todas las civilizaciones pasan por un período de creación, otro de desarrollo y otro de decadencia. Sin embargo, esta periodización no se ha impuesto en ningún lado.