Utilizando el concepto de presión explica por qué es más cómodo sentarse o acostarse sobre superficies blandas que, por ejemplo, en el suelo.
ayudaaaaaa......
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Todos lo hemos comprobado en algún momento. Un asiento plano y duro, así sea una silla, un taburete o un banco de madera, no tarda en levantar las manifestaciones de nuestras propias posaderas. No obstante, basta con situar en medio un mullido cojín para sentir un veloz alivio. Ustedes tienen la posibilidad de pensar que el secreto es ése, que un asiento es duro y el cojín blando, empero con la ciencia en la mano, lo cual marca la diferencia es una propiedad física: la presión.
Nuestro cuerpo humano tiene un peso definido y una vez que hablamos de peso lo cual estamos mencionando es que su masa, nuestra masa, es atraída por la Tierra y nos pega a ella con una fuerza. Al colocarnos sobre una balanza de baño, ésta mide la fuerza con la que nos interesa la Tierra. De esta forma puesto que, al sentarnos, todo nuestro tronco, cabeza y brazos descargan su peso sobre el área de contacto con el asiento. Si elegimos un taburete de escasa área la presión ejercida va a ser mucho más grande que si elegimos una silla ancha. Aquello queda claro, la diferencia de área de contacto podría ser el doble en la silla y, por consiguiente, la presión que aguantan nuestras propias posaderas va a ser la mitad que en el taburete.
Explicación:
Espero te sirva nwn