utiliza los adjetivos de manera abundante.
Un indio zapoteco llamado Benito Juárez (fragmento)
Fernando Benítez
En 1806, nació Pablo Benito, hijo de Marcelino Juárez y Brígida Garcia, en la pequeña aldea de
San Pablo Guelatao, del distrito de Ixtlán, Oaxaca, habitada por veinte familias zapotecas. (...) A
los cinco años, como todos los niños indígenas, Benito ayudaba en el cultivo de una pequeña
parcela, y acompañado de su flauta de carrizo también era pastor de unas cuantas ovejas. Su tío,
a quien quería mucho, sabía algunas palabras de español y le daba clases los sábados. Era tanto
Su empeño en aprender, que el propio Benito llevaba las disciplinas para ser castigado si incurría
en alguna falta. En Guelatao, no había escuela ni iglesia, y los muchachos iban a la ciudad de
Oaxaca como criados, a veces sin sueldo, a cambio de que pudieran estudiar. Esa era la
costumbre adoptada por los pobres de todo el distrito de Ixtlán para lograr que sus hijos se
educaran.
A pesar de la miseria en que vivía Benito, no faltaba alguna felicidad. El domingo los niños del
pueblo emprendían cacerías de conejos o pájaros, y con suerte cazaban algún venado, o bien,
se embarcaban en un bote de remos para pasear en la pequeña laguna cercana a Guelatao. Una
tarde los sorprendió un ventarrón. Los niños abandonaron el bote y nadando llegaron a la orilla;
sólo Benito no abandonó la canoa y soportó la tormenta toda la noche en su frágil embarcación.
A la mañana siguiente desembarcó sano y salvo, lo que dio lugar a un dicho usado hasta la
fecha: "A mí me hizo lo que el viento a Juárez".
Fernando Benítez, Un indio zapoteco llamado Benito
Juárez, México, sep, 2004 (Libros del Rincón).
1. Después de leer el texto anterior, escribe algunos de los adjetivos que encontraste
pe
quenay
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
utiliza los adjetivos de manera abundante.
Un indio zapoteco llamado Benito Juárez (fragmento)
Fernando Benítez
En 1806, nació Pablo Benito, hijo de Marcelino Juárez y Brígida Garcia, en la pequeña aldea de
San Pablo Guelatao, del distrito de Ixtlán, Oaxaca, habitada por veinte familias zapotecas. (...) A
los cinco años, como todos los niños indígenas, Benito ayudaba en el cultivo de una pequeña
parcela, y acompañado de su flauta de carrizo también era pastor de unas cuantas ovejas. Su tío,
a quien quería mucho, sabía algunas palabras de español y le daba clases los sábados. Era tanto
Su empeño en aprender, que el propio Benito llevaba las disciplinas para ser castigado si incurría
en alguna falta. En Guelatao, no había escuela ni iglesia, y los muchachos iban a la ciudad de
Oaxaca como criados, a veces sin sueldo, a cambio de que pudieran estudiar. Esa era la
costumbre adoptada por los pobres de todo el distrito de Ixtlán para lograr que sus hijos se
educaran.
A pesar de la miseria en que vivía Benito, no faltaba alguna felicidad. El domingo los niños del
pueblo emprendían cacerías de conejos o pájaros, y con suerte cazaban algún venado, o bien,
se embarcaban en un bote de remos para pasear en la pequeña laguna cercana a Guelatao. Una
tarde los sorprendió un ventarrón. Los niños abandonaron el bote y nadando llegaron a la orilla;
sólo Benito no abandonó la canoa y soportó la tormenta toda la noche en su frágil embarcación.
A la mañana siguiente desembarcó sano y salvo, lo que dio lugar a un dicho usado hasta la
fecha: "A mí me hizo lo que el viento a Juárez".
Fernando Benítez, Un indio zapoteco llamado Benito
Juárez, México, sep, 2004 (Libros del Rincón).
1. Después de leer el texto anterior, escribe algunos de los adjetivos que encontraste
pe
quenay