Usa tu imaginación y elabora tu propio repertorio de movimientos con al menos cinco formas diferentes de desplazamientos y saltos.
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Respuesta:
Explicació
Los conceptos de lanzamiento y recepción variarán dependiendo del deporte que tratemos, diferenciándose en el modo de conseguir el objetivo. Así, por ejemplo:
En atletismo, los lanzamientos tienen como objetivo propulsar el móvil lo más lejos posible.
En balonmano los lanzamientos buscan precisión y velocidad para obtener un tanto.
En fútbol el portero busca una recepción que impida que el móvil entre en su portería.
En baloncesto, en el rebote (que es una forma de recepción) se intente coger el móvil lo más alto posible.
3. La importancia de los lanzamientos y recepciones en los comportamientos deportivos
Antes de abordar de manera específica lo relativo a los lanzamientos y recepciones, es preciso establecer la importancia de las habilidades y destrezas básicas. Así, a nivel educativo tienen importancia respecto a:
Posibilidad de conocimiento de sí mismos y del entorno.
Organización de las percepciones.
Mejora de la capacidad anatómica y funcional del organismo.
Mejora del clima social entre los alumnos.
Función higiénica.
En cuanto a la importancia específica del desarrollo de las habilidades de lanzamientos y recepciones en las edades de iniciación, podemos hablar de que son acciones que requieren de la participación global del alumno.
Dominar o, sencillamente familiarizarse con estas habilidades, va a descubrir un mundo de situaciones aplicables al ámbito deportivo. De este modo se sentarán las bases para los deportes en los que se necesite el uso de un móvil, los cuales representan un alto porcentaje dentro de los diferentes deportes, ya que engloban además de algunos deportes individuales, todos los colectivos.
Por otro lado dentro de las posibilidades que existen en los lanzamientos y recepciones, las realizadas con balón suponen el porcentaje más alto y con mayor aplicación en los aprendizajes deportivos.
Las edades en las que es más importante el desarrollo de estas habilidades y destrezas básicas son entre 8 y 12 años, es decir, correspondientes a la educación primaria ya que a estas edades se produce la fase sensible del aprendizaje del niño.
4. Desarrollo motor específico
Lanzamientos: El desarrollo motor que sigue esta habilidad en los niños está influido por la edad y las diferentes experiencias motrices previas.
Según Wild (1937) existen 4 estadios en el desarrollo de los lanzamientos con los brazos:
Estadio I: Este patrón inicia se observó en niños y niñas de 2 y 3 años consistiendo casi exclusivamente en mover los brazos en el plano anteroposterior, llevando el móvil por encima del hombro antes de lanzar. Los pies quedan fijos en el suelo y el tronco no rota.
Estadio II: (niños de 3-5 años). Este estadio se caracteriza por un movimiento de rotación del tronco en el plano horizontal, aunque los pies siguen estando fijos.
Estadio III: (niños de 5-6 años). Ya añaden al patrón de lanzamiento un paso adelante con el pie del mismo lado del brazo ejecutor.
Estadio IV: representa la forma madura o experta y se encuentra normalmente en niños de edades superiores a 6 años. El cambio más importante que se produce es que se da un paso con el pie contrario al brazo ejecutor y se produce una extensión del hombro.
Estos estadios de desarrollo se producen de forma natural mientras que nosotros podemos influir en ello dependiendo del objetivo del lanzamiento y de las características del móvil. Nuestra actuación será efectiva a partir de los 6 años, cuando los niños hayan adquirido el patrón maduro de la habilidad. Podemos trabajar lanzamientos de atrás adelante, lanzamientos por encima del hombro, lanzamientos laterales
Recepciones: La forma madura de esta habilidad es la recepción con las manos, mientras que el uso de otras partes del cuerpo junto con éstas es muy normal al principio de la jerarquía evolutiva de la recepción, aunque irá desapareciendo progresivamente.
Estadio I: el niño coloca los brazos directamente frente a él, con los codos extendidos y las palmas hacia arriba o hacia adentro. Cuando el móvil toca las manos o los brazos los codos se flexionan apretando dicho móvil contra el pecho.
Estadio II: es igual al anterior pero el receptor inicia el movimiento antes de que el móvil contacte con los brazos.
Estadio III: se divide en 2 subestadios:
Subestadio A: el niño emplea el pecho como primer punto de contacto con el móvil, apretándolo posteriormente con los brazos y manos.
Subestadio B: el niño ya trata de coger el móvil con las manos.
Estadio IV: el niño espera el móvil con los codos flexionados y los brazos por delante, cogiendo dicho móvil solamente con las manos.
En un trabajo específico de recepciones podemos desarrollar éstas por encima de los hombros, entre la cintura y los hombros o por debajo de la cintura.