Castellano, pregunta formulada por zayyxisss, hace 1 año

URGENTEEE , por favor

Me podreis hacer un poema sobre el otoño ???

Es para mañana , por favor ayudenme

Respuestas a la pregunta

Contestado por daryubysarguelles
1

a qui te tengo este largo pero bonito  

Tú, que estás la barba en la mano  

meditabundo,  

¿has dejado pasar, hermano,  

la flor del mundo?  

Te lamentas de los ayeres  

con quejas vanas:  

¡aún hay promesas de placeres  

en los mañanas!  

Aún puedes casar la olorosa  

rosa y el lis,  

y hay mirtos para tu orgullosa  

cabeza gris.  

El alma ahíta cruel inmola  

lo que la alegra,  

como Zingua, reina de Angola,  

lúbrica negra.  

Tú has gozado de la hora amable,  

y oyes después  

la imprecación del formidable  

Eclesiastés.  

El domingo de amor te hechiza;  

mas mira cómo  

llega el miércoles de ceniza;  

Memento, homo...  

Por eso hacia el florido monte  

las almas van,  

y se explican Anacreonte  

y Omar Kayam.  

Huyendo del mal, de improviso  

se entra en el mal,  

por la puerta del paraíso  

artificial.  

Y no obstante la vida es bella,  

por poseer  

la perla, la rosa, la estrella  

y la mujer.  

Lucifer brilla. Canta el ronco  

mar. Y se pierde  

Silvano, oculto tras el tronco  

del haya verde.  

Y sentimos la vida pura,  

clara, real,  

cuando la envuelve la dulzura  

primaveral.  

¿Para qué las envidias viles  

y las injurias,  

cuando retuercen sus reptiles  

pálidas furias?  

¿Para qué los odios funestos  

de los ingratos?  

¿Para qué los lívidos gestos  

de los Pilatos?  

¡Si lo terreno acaba, en suma,  

cielo e infierno,  

y nuestras vidas son la espuma  

de un mar eterno!  

Lavemos bien de nuestra veste  

la amarga prosa;  

soñemos en una celeste  

mística rosa.  

Cojamos la flor del instante;  

¡la melodía  

de la mágica alondra cante  

la miel del día!  

Amor a su fiesta convida  

y nos corona.  

Todos tenemos en la vida  

nuestra Verona.  

Aun en la hora crepuscular  

canta una voz:  

«Ruth, risueña, viene a espigar  

para Booz!»  

Mas coged la flor del instante,  

cuando en Oriente  

nace el alba para el fragante  

adolescente.  

¡Oh! Niño que con Eros juegas,  

niños lozanos,  

danzad como las ninfas griegas  

y los silvanos.  

El viejo tiempo todo roe  

y va de prisa;  

sabed vencerle, Cintia, Cloe  

y Cidalisa.  

Trocad por rosas azahares,  

que suena el son  

de aquel Cantar de los Cantares  

de Salomón.  

Príapo vela en los jardines  

que Cipris huella;  

Hécate hace aullar a los mastines;  

mas Diana es bella;  

y apenas envuelta en los velos  

de la ilusión,  

baja a los bosques de los cielos  

por Endimión.  

¡Adolescencia! Amor te dora  

con su virtud;  

goza del beso de la aurora,  

¡oh juventud!  

¡Desventurado el que ha cogido  

tarde la flor!  

Y ¡ay de aquel que nunca ha sabido  

lo que es amor!  

Yo he visto en tierra tropical  

la sangre arder,  

como en un cáliz de cristal,  

en la mujer  

Y en todas partes la que ama  

y se consume  

como una flor hecha de llama  

y de perfume.  

Abrasaos en esa llama  

y respirad  

ese perfume que embalsama  

la Humanidad.  

Gozad de la carne, ese bien  

que hoy nos hechiza,  

y después se tornará en  

polvo y ceniza.  

Gozad del sol, de la pagana  

luz de sus fuegos;  

gozad del sol, porque mañana  

estaréis ciegos.  

Gozad de la dulce armonía  

que a Apolo invoca;  

gozad del canto, porque un día  

no tendréis boca.  

Gozad de la tierra que un  

bien cierto encierra;  

gozad, porque no estáis aún  

bajo la tierra.  

Apartad el temor que os hiela  

y que os restringe;  

la paloma de Venus vuela  

sobre la Esfinge.  

Aún vencen muerte, tiempo y hado  

las amorosas;  

en las tumbas se han encontrado  

mirtos y rosas.  

Aún Anadiódema en sus lidias  

nos da su ayuda;  

aún resurge en la obra de Fidias  

Friné desnuda.  

Vive el bíblico Adán robusto,  

de sangre humana,  

y aún siente nuestra lengua el gusto  

de la manzana.  

Y hace de este globo viviente  

fuerza y acción  

la universal y omnipotente  

fecundación.  

El corazón del cielo late  

por la victoria  

de este vivir, que es un combate  

y es una gloria.  

Pues aunque hay pena y nos agravia  

el sino adverso,  

en nosotros corre la savia  

del universo.  

Nuestro cráneo guarda el vibrar  

de tierra y sol,  

como el ruido de la mar  

el caracol.  

La sal del mar en nuestras venas  

va a borbotones;  

tenemos sangre de sirenas  

y de tritones.  

A nosotros encinas, lauros,  

frondas espesas;  

tenemos carne de centauros  

y satiresas.  

En nosotros la vida vierte  

fuerza y calor.  

¡Vamos al reino de la Muerte  

por el camino del Amor!


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