una síntesis del texto costa de marfil
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Resumen: El 6 de noviembre murieron nueve soldados franceses en un ataque de las fuerzas aéreas de Costa de Marfil al campamento militar francés situado en las afueras de la ciudad de Buake, al norte del país. Inmediatamente, el Estado Mayor francés ordenó una “operación respuesta” que se saldó con la destrucción de los cazas que participaron en el ataque y del resto de los aparatos de la fuerza aérea marfileña. Mientras se producía esta operación de castigo, pandillas de milicianos del presidente Gbagbo iniciaban una serie de asaltos, incendios, robos y violencias contra sociedades, instalaciones y residencias de ciudadanos franceses en la capital del país, Abiyán. Estos han sido los últimos episodios de una situación que se remonta a la muerte en 1993 del “padre fundador” del país, Houphouët Boigny. La inestabilidad política resultante culminó en 2002 en una rebelión armada y el envío de una fuerza de interposición. A la crisis política marfileña se ha añadido una crisis económica igualmente grave y profunda. El interés académico de lo sucedido en Costa de Marfil es que este enfrentamiento fratricida marca el final del modelo neocolonial francés que en este país tenía características ejemplares. Pocos apuestan ya por la supervivencia o la regeneración de dicho modelo.
Análisis: Al mediodía del pasado día 6 de noviembre un aparato Sukhoi-25 de fabricación soviética y perteneciente a las fuerzas aéreas de Costa de Marfil lanzó varios cohetes de 57 milímetros sobre las instalaciones de un campamento militar francés situado en las afueras de la ciudad de Buake, al norte de Costa de Marfil. Balance de la operación: nueve soldados franceses muertos y una veintena de heridos, algunos muy graves.
Las tropas acantonadas en el campamento de Buake formaban parte del contingente “Licorne”, componente esencial de la fuerza de interposición de la ONU (UNICI).
Minutos después del inesperado ataque, el Estado Mayor francés ordenaba desde París una “operación respuesta” que se saldó con la destrucción de los cazas Sukhoi que participaron en el ataque y estaban tripulados por pilotos bielorrusos. En menos de una hora toda la fuerza aérea marfileña (dos helicópteros MI-25 y uno MI-8) fue aniquilada, incluido un helicóptero de transporte al servicio del presidente Laurent Gbagbo.
Mientras se producía esta operación de castigo, pandillas de “jóvenes patriotas” (las milicias militarizadas del presidente Gbagbo) iniciaban una serie de asaltos, incendios, robos y violencias contra sociedades, instalaciones y residencias de ciudadanos franceses en la capital del país, Abiyán.
Varios liceos, librerías, sociedades comerciales y múltiples residencias fueron incendiados. Se produjeron al menos diez violaciones (denunciadas) y algunos heridos entre los colonos que iniciaron la huida con la ayuda del contingente galo. Por su parte, tropas de comando marfileñas intentaron asaltar la base francesa donde se hallaba concentrada la 43 Bi-Ma (brigada de infantería de marina) situada cerca del aeropuerto internacional. Grupos de alborotadores se colaron en las instalaciones comerciales del propio aeropuerto y, tras robar en algunas tiendas, fueron desalojados por las tropas franceses que a partir de ese momento lograron cortar el camino a una multitud de manifestantes eufóricos y agresivos, algunos de los cuales reivindicaban “un francés por cabeza”. La situación fue especialmente difícil en el exclusivo barrio de Cocody, donde se encuentran la presidencia de la República, las instalaciones de la embajada francesa y el hotel Ivoire, uno de los “puntos de encuentro” donde los residentes franceses fueron citados para ser trasladados por los contingentes del cuerpo “Licorne” hasta el aeropuerto internacional.
Durante tres días, y mientras continuaban en toda la capital del país los incidentes –los asaltos, las violaciones y las palizas a los residentes franceses–, se inició una operación para “extraer” a cinco mil franceses (de los quince mil instalados en Costa de Marfil) y de otras nacionalidades (entre ellos casi un centenar de españoles) en medio de los enfrentamientos entre las turbas de “patriotas” y las tropas de la “Licorne”. Tanto Laurent Gbagbo como el presidente de la Asamblea Nacional marfileña, Mamadú Kulibali, reiteraron sus ataques contra el Estado francés y el propio Jacques Chirac. Gbagbo llegó a establecer semejanzas entre la incursión de “120 carros franceses en los alrededores de la residencia presidencial” con la invasión en 1968 de los tanques soviéticos en Praga”.
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