una reflexion personal de los riesgos de las adicciones por favor es urgente
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Don Alfonso Reyes (1937) en su ensayo “Homilía por la Cultura”,
afirmaba:
Querer encontrar el equilibrio moral en el solo ejercicio de una
actividad técnica, más o menos estrecha, sin dejar abierta la
ventana a la circulación de las corrientes espirituales, conduce
a los pueblos y a los hombres a una manera de desnutrición...
Bien, hoy me atrevo a abrir esa ventana aventurándome a entrar en
un espacio que mucho tiene de ciencia, pero que en definitiva es más
especulativo. Representa un intento de fijar una posición filosófica y
por tanto ética, en apoyo del trabajo cotidiano con quienes padecen
la adicción, y de las acciones preventivas del consumo de drogas.
Si estas ideas sirven como estímulo para generar otras opiniones,
habré logrado mi cometido. Un resultado mínimo, para mí de todos
modos valioso, sería que mis expresiones sean objeto de críticas
pertinentes animadas por un buen café, bebida que contiene una
droga estimulante capaz de producir adicción (excepcionalmente,
por supuesto).
Aunque conviene distinguir entre el primer consumo, el hábito,
y la adicción, no cabe duda de que el consumidor busca un efecto
placentero, ya sea como resultado de la estimulación directa de los
centros reguladores de las emociones, o bien como alivio de los
síntomas de abstinencia, con frecuencia dramáticos. Cualesquiera que
sean los argumentos para justificar, o al menos explicar, que alguien
consuma una sustancia psicoactiva determinada, es inútil negar que
la motivación básica es la búsqueda de la “euforia”, del bienestar
psicofísico, del placer. Las emociones que se suscitan son aquellas
que forman parte de lo que podemos llamar estado de felicidad, lo
cual refuerza la voluntad de repetir el consumo. Si no fuera porque
tales sustancias inducen inexorablemente a la adicción cuando son
usadas en forma reiterada y por tiempo prolongado, el tratamiento
que les daríamos sería muy distinto, y tal vez las consideraríamos uno
de los bienes adquiridos por la humanidad. En todo caso, sabemos
este dato, obtenido mediante cientos de investigaciones en todo
el mundo: más o menos uno de cada 10 de quienes consumen por
primera vez una droga ilícita -incluida la mariguana por supuesto-,
prosiguen hasta la adicción independientemente de su voluntad y de
su ambiente social.
Respuesta:
Hola
Explicación:
No se