una reflexión acerca de la convivencia escolar.
Respuestas a la pregunta
El ser humano puede ser que sea un ser conflictivo, pero que tenga conflictos no quiere decir que éstos provengan de su humanidad, de su condición de humano. Es un ser que nace indefenso, prematuro, que crece y alcanza una relativa madurez. Aprende y se desarrolla en sociedad atravesando dificultades, está inscripto desde su nacimiento en procesos vitales que lo impulsan según modelos que asimila e innovaciones que encarna y devuelve a su entorno. Pero esto tampoco constituye la base de sus conflictos, sino dificultad y conflicto serían lo mismo. A veces se los toma como sinónimos, pero un conflicto es un dilema o una crisis más que una dificultad o un problema. Tiene que ver con la falta de respuestas o alternativas, en realidad con aquello que obtura o rigidiza esos procesos vitales.
Este breve planteo nos lleva a cuestionar una natural convivencia que, por ignorancia o desidia, se vuelve forzada y violenta. Esta es la raíz del conflicto intersubjetivo, que desemboca en las situaciones de violencia vistas en los grupos e instituciones educativas.
Con este escrito pretendo introducir algunas cuestiones acerca de la convivencia y sus posibles vaivenes en el ámbito educativo. Desde mis propios interrogantes, dudas e inquietudes intento bosquejar una forma de abordar las situaciones. No describo, en esta oportunidad, la metodología a la cual adhiero ni ninguna técnica que considere adecuada, solo me limito a explicar algunos lineamientos teóricos y justificar su puesta en práctica.