Una obra de teatro inventada por favor es para hoy
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
OBRA DE TEATRO SOBRE DISCRIMINACIÓN
NOMBRE DE LA OBRA “Mi color no determina mi capacidad”
TIPO Adecuada para adolescentes
OBJETIVO Esta obra nos deja una gran enseñanza acerca de la importancia de no juzgar a las personas por su apariencia física o color.
TEMAS A DESARROLLAR
PERSONAJES 1.- Pedrito: Niño que sufre un accidente.
2.- María: Madre de Pedrito.
3.- Arturo González: Hombre de tez morena que intenta ayudar a Pedrito.
4.- Enfermera: Quien se comunica con la mamá de Pedrito.
ACTO 1
Ambientación: Lugar donde hay un muro alto donde pedrito se sube a jugar
Introducción: María está sentada en una banqueta, mientras pedrito juega corriendo y saltando por todo el lugar, hasta subirse a un muro y comenzar a hacer equilibrio, no lográndolo y cayendo desde la altura golpeándose muy fuerte.
María (algo distraída leyendo una revista): Pedrito no corras, te vas a caer.
Pedrito (sin hacer caso a su mamá y sin dejar de brincar de un lado a otro): No me caigo mamá, yo soy muy ágil
María (sin levantar la cabeza de la revista que lee): Bueno, ya te dije, si te lastimas te voy a castigar y no volvemos a salir a jugar.
Pedrito (sin prestar atención a lo que decía su madre, se sube al muro): Mira mamá voy a caminar por la cuerda floja.
María (levantando la cara y mirando hacia donde esta pedrito): ¡Pedrito, baja de ahí!
Pedrito (haciendo maromas): no pasa nada ma… Ahhhhhhhh
Pedrito se desploma ante los ojos de su madre, quien suelta la revista y corre despavorida hacia donde ha caído su hijo. Cerca se encuentra un hombre de color que al ver lo sucedido corre a prestar su ayuda
María (gritando angustiada): Pedrito hijo, pedrito. ¡Por favor ayúdenme!.
Arturo (acercándose a pedrito y agachándose cerca de él para revisarlo): Tranquila señora, déjeme ver cómo está el niño.
María (mirando con malos ojos a Arturo): Suelte a mi hijo ¿Usted que va a saber cómo está? ¿Quiere ayudar? Llame a un médico.
Arturo (tratando de explicarle): Señora cálmese yo…
María (sin querer oír razones): ¿Qué me calme? Mi hijo esta inconsciente y usted estorbando ahí, ya le dije que lo suelte ¿qué puede saber un negro de medicina? Aléjese de mi hijo ya.
Arturo (intentando hablar nuevamente): Señora, el niño tiene signos vitales, si me permite… bueno mire ahí viene la ambulancia, ya alguien la llamó, llevemos al niño al hospital.
María (molesta): ¿Llevemos? Yo voy a llevar a mi hijo al hospital y usted va alejarse de él, ¿quién sabe que está buscando realmente?
Arturo guarda silencio, mientras ve como suben el niño a la ambulancia y lo llevan al hospital.
ACTO 2
Ambientación: Sala de espera del hospital.
Introducción: María espera ansiosa noticias de su hijo.
Enfermera (acercándose a María): Buenas tardes señora
María (angustiada): Buenas tardes enfermera ¿Dígame, como esta mi hijo?
Enfermera (colocando su mano en la muñeca de María y sonriendo): El estará muy bien señora, afortunadamente fue atendido por uno de los mejores médicos que hay en toda esta ciudad y su hijo muy pronto se recuperará. Pero siéntese y espere que ya pronto el Dr. Arturo González, vendrá a hablar con usted y podrá hacerle todas las preguntas que tenga.
María (un poco más camada): Gracias señorita.
María toma asiento, jugando con sus manos y mirando hacia donde sabia tenían a su hijo, cuando ve venir al hombre que intentó ayudarla en el momento del accidente, esta vez con una bata blanca y caminando seguro hacia ella.
Arturo (acercándose a María y extendiéndole la mano): Mucho gusto señora, soy el Dr. Arturo González, atendí a su hijo y él está completamente fuera de peligro, se quedará en observación un par de días y luego podrá llevarlo a casa y cuidarlo según nuestras recomendaciones.
María (casi sin poder hablar y sin saber que decir): ¿Usted fue el médico que lo atendió? ¿El mejor médico de este hospital? Ay doctor que vergüenza tengo, de verdad disculpe y muchas gracias por salvar a mi hijo, creo que lo juzgue mal.
Arturo (sonriendo levemente): Usted no me juzgo a mi señora, juzgo mi color de piel, pensó que por ser un hombre de tez oscura no podía saber nada de medicina, no vuelva a hacer eso, si esto hubiese sido más grave, por su discriminación, su hijo pudo perder la vida.
María (bajando la cara avergonzada): Tiene razón doctor, he actuado mal.
Arturo (sonriendo para aliviarla): No pasa nada señora, una lección de la vida, acompáñeme para que pueda ver a su hijo.
Ambos caminan en dirección a la habitación, María aun sin atreverse a levantar la cara de la vergüenza.
FIN.
Explicación:
espero te sirva
me das coronita ?