Arte, pregunta formulada por adilenea954, hace 9 meses

una obra de teatro donde puedan participar todos los miembros de tu familia​

Respuestas a la pregunta

Contestado por nath1978
4

Respuesta:

cuántos familiares

de sinco :

Caperucita

los tres cerditos

Xd no me se más Xd

Contestado por alechan200810
1

Josué (anciano abandonado en el asilo)

Matilda (Bella joven que aviva el alma de Josué)

Martha (hija de Josué)

Narrador (voz en off)

1.Narrador: Un anciano de 63 años edad llamado Josué, se encontraba un domingo por la mañana sentado en el porche del viejo asilo de la ciudad, cuando de pronto sin razón alguna llega su hija Martha con afán y con denuedo, para hacerle una ligera pero misteriosa visita.

(Martha estaciona su auto cerca de la casa de Josué)

Josué: Pero, ¿Qué estará haciendo Martha por estos lares en un día entre semana?.

(Martha se aproxima a Josué) Martha: Bendición papá, ¿Cómo está?, ¿Cómo sigue de salud?.

Josué: Bien hija, un tanto deprimido por esta soledad que me inunda.

Martha: Papá, pero si nos tienes a nosotros tus hijos.

Josué: ¡Sí, lo sé!, pero como ustedes me visitan nada más que dos veces al año.

Martha: Papá tú no sabes las ocupaciones que todos tenemos, que si llevar a los niños a la escuela, preparar el desayuno, almuerzo, cena, más las largas horas en la oficina, y pare de contar.

Josué: Está bien hija, lo comprendo.

Narrador: Josué se entristece enseguida, y su hija sin prestarle atención alguna, se despide y se va rápidamente para sumergirse en los afanes cotidianos de la vida.

2.(Josué se levanta de su silla e inmediatamente se dirige a la capilla situada dentro de aquel asilo)

Josué: ¡Señor!, ¿dime qué puedo hacer para sanar este corazón que se ha marchitado durante estos largos años?.

Narrador: Mientras Josué realizaba esta plegaría, justo a las afueras de la capilla estaba una bella joven llamada Matilda, dedicada al servicio de ayuda desinteresada al prójimo, la cual al ver el llanto imparable del desventurado anciano, decide caminar presurosamente para consolarle con un fuerte y caluroso abrazo.

(Matilda mira fijamente a Josué)

Matilda: ¡No temas dice el Señor!. Así que mi estimado, de ahora en adelante recuerda siempre estas palabras: Detrás de cada situación hay una bella bendición. Josué: ¡Gracias bella joven!, por tan dulces y reconfortantes palabras. (Josué inclina su cara y su dorso ante el Cristo en señal de agradecimiento a Dios) Matilda: ¡Ven!, acompáñame a tomar un sabroso té de limón, es muy bueno para la digestión ¿sabías?.

(Josué sonríe ante Matilda). Josué: ¡Que maravilla! no, no lo sabía, y  muchas gracias por considerar a este viejo que hasta los dientes le duelen para hablar (Risas). (Matilda se ríe muy sutilmente)

Matilda: Tranquilo, si algo he aprendido es que debemos disfrutar cada momento de la vida.

Josué: ¡Así es jovencita!, y que sabia eres para tan corta edad.

(Matilda conversa durante largo rato con Josué)  

Matilda: Y cuéntame Josué, ¿tienes hijos?

Josué: Sí, tres, pero los veo solo dos veces al año.

(Josué coloca rostro de tristeza)

Matilda: ¡No te preocupes!, de seguro pronto vendrán a compartir contigo.

Josué: ¡Dios te oiga bella joven!

3.Narrador: Después de aquella tarde, Matilda se queda pensativa y decide prepararle una sorpresa a Josué. (Matilda llama por teléfono a los hijos de Josué)

Matilda: ¡Hola!, ¿hablo con la familia Sánchez Montilla?

Martha: Sí, ¿Quién habla?

Matilda: Hablo del centro hospitalario asilo para ancianos “Casa de Jesús”.

Martha: Ajá, dígame, ¿pasó algo?

Matilda: Es que queremos decirle que su padre está pasando por una situación muy difícil, y requerimos de la presencia de toda la familia.

Martha: ¡Oh por Dios!, ¡vamos para allá!

Narrador: Ante tales palabras, la familia de Josué  solo podía pensar que se trataba de su estado de salud, y deciden comprarle una bellas rosas y contratar mariachis, a fin de hacer de sus últimos momentos un instante inolvidable.

4.(Llegada de la familia Sánchez Montilla al asilo)

Matilda: ¡Hola! Bienvenidos.

Martha: ¡Hola! venimos a ver a nuestro padre, nos dijeron que estaba pasando por una situación difícil, y queremos despedirnos de él.

Matilda: Su padre no está muriendo, pero si está muy mal del corazón.

Martha: ¿Es muy grave?

Matilde: Les explico, el problema de su papá va más allá de lo físico.

(Los tres hijos inmediatamente colocan un gesto de tristeza en su rostro)

Martha: ¡Por favor, llévanos a verlo!

Matilda: Está bien, pero antes debo decirles algo: Su padre no está aquí.

Martha: ¡Que!, pero nos dijiste que estaba vivo.

(La familia Sánchez Montilla coloca cara de asombro)

Matilda: Tranquilos su padre está bien, lleno de mucha salud gracias a Dios, justo ahora está con la señora Juana en la cocina tomando el cafecito de la tarde.

Martha: Que susto nos diste, pero ¿por qué nos mentiste?

Matilda: A veces nosotros no aprovechamos ni valoramos a quién tenemos a nuestro lado, mas cuando perdemos a ese ser querido nos lamentamos por no haber compartido con él lo suficiente. Ahora yo les insto a todos que amen a su padre y compartan con él todos los días, como si fuera el último de su vida.

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