Una historieta sobre los 3 San ramoninos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Mientras el pueblo respondía al llamado de Iglesias y se alistaba en los escuadrones, columnas y batallones, en el Colegio “San Ramón”, sucedían hechos dignos de rememorarse. Los jóvenes alumnos conscientes que se vivía un momento difícil y aciago, que el problema personal de la guerra, de acuerdo con los valores que habían asimilado de las enseñanzas de sus maestros, era sobrevivirla o hacer significativa la muerte en ella. Optaron por ésta.
En la mañana del 8 de julio de 1882, circuló dentro del alumnado una proclama manuscrita de autor ignorado. El Dr. Horacio H. Urteaga describe patéticamente este hecho: Un sobreviviente de estos jóvenes sanramoninos, que se inmolaron en San Pablo, “nos ha contado muchas veces este episodio conmovedor y mezclando su relato con lágrimas ha dicho:
“Cuando salimos de clase, Pita subió sobre el muro de la pila del primer claustro y sin temor al Rector, que se paseaba cerca, nos leyó la proclama, ¡Oh qué hermosa y valiente era, nadie sabe quien la escribió pero era un llamamiento: ¡Alumnos de San Ramon la Patria está invadida, la planta chilena ha hollado el suelo de Cajamarca; nuestra bandera necesita defensores, corramos a la guerra!... a defender la tumba de nuestros padres, la santidad de nuestros hogares, la honra de nuestra patria…!
Es comprensible el efecto que produjo, dentro de la muchachada sanramonina, la lectura de esta proclama. El Rector de ese entonces, Dr. Pedro A. Labarthe, creyó conveniente la suspensión de las clases, ya que el entusiasmo era desbordante. Al toque de campanas los alumnos salieron precipitadamente decididos a alistarse en las columnas y escuadrones que se formaban. En un ángulo del primer claustro se habían quedado tres jóvenes, amigos inseparables. La siguiente escena la narra el Dr. Urteaga:
“Con resolución y valor todo se puede, dijo Pita; lo que es por mi parte yo me voy a la guerra; ojala no lo sepa mi madre hasta después que haya partido el ejercito. Por qué impedirle al que quiere ir a la guerra! Quién dice que los muchachos no pueden matar chilenos. Yo por mi parte estoy resuelto! Me voy a la guerra! Y juro defender mi Patria hasta morir por ella!”
¡Juramos! Dijeron Quiroz y Villanueva. Y lo cumplieron en las pampas del Cardón.
Don Francisco Gálvez, portero del Plantel en ese momento entonces, vio salir a tres jóvenes. Eran los TRES DEL JURAMENTO:
Gregorio Pita
Jose Manuel Quiroz
Enrique Villanueva.
El primero contaba con 20 años de edad, el segundo con 15, el tercero con 19 y cursante del 4to. año de secundaria. Fueron aceptados en la “Columna de Honor”, cuyo primer Jefe el Coronel Eudocio Ravines, era un militar muy estimado por la juventud, por su valor y patriotismo. Él y su hermano Belisario habían equipado con su propia hacienda a los soldados a su mando. Junto con los tres colegiales del juramento se enrolaron en los escuadrones, columna y batallones los siguientes profesores, alumnos y ex alumnos del Colegio “San Ramón” y que pelearon en “San Pablo”:
Ernesto Souza Matute: Profesor. Columna “Vengadores de Cajamarca”
Agustín Pérez García: Profesor. Columna “Vengadores de Cajamarca”
Manuel Villavicencio: Profesor. “Columna de Honor”
José Zambrano: Profesor. Batallón “Trujillo Nº 1”
Manuel Jesús Velezmoro: Inspector del Colegio. “Columna Naval”
Romualdo Silva: Ex alumno. “Columna de Honor”
Julian Maradiegue: Ex alumno. Columna “Vengadores de Cajamarca”
Manuel Palacios: Ex alumno. Columna “Libres de Trujillo”
Adolfo Horna: Ex alumno
Vicente Pita Barrantes: Ex alumno. Columna “Vengadores de Cajamarca”
Sergio Castaños: Alumno
Fueron muchos los alumnos y ex alumnos del Colegio “San Ramón” que participaron en San Pablo, pero fatalmente los documentos oficiales, en lo que se refiere a la razón de alumnos y docentes, son escasos en este lapso. Como referimos más adelante, parte del Archivo del Colegio fue quemado en la invasión chilena a nuestra ciudad, en agosto del 82.
Otros sanramoninos, aparte de los mencionados anteriormente fueron:
Manuel Mori,
Mariano castro,
Juan de la Cruz Bartra,
Germán Villanueva,
Genaro Castro,
Gonzalo Mejía,
José Angeles Rodríguez,
Felipe Matute y otros.
A todos ellos, las generaciones presente reiteran su admiración y gratitud. Simbolizan con su entrega e inmolación, ese valor que el Perú necesita en las horas difíciles. Dentro de los combatientes de la Batalla de San Pablo, debemos consignar al Comandante César A. Bazo, quien como testigo presencial escribirá en 1905 una relación histórica de este hecho de armas y que constituye una obra base en toda investigación que trate sobre esta victoria.
Explicación:
esta toda la historia