una historia que uses las fiestas o ceremonia del judaismo ( Masomenos larga)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Conocida con varios nombres, entre los cuales, “fiesta de la cosecha”, “fiesta de los primeros frutos” o
“fiesta de los cincuenta días”, proviene de la palabra hebrea “Shavuot” y del griego “Pentecostés”.
Con esta fiesta el pueblo de Israel recuerda y celebra el día en que Yahveh, su Dios, entregó las tablas de la
Ley, los Diez Mandamientos a Moisés en el monte Sinaí. Con este gesto Yahveh realiza una Alianza con los
israelitas, en el que Él se convierte en su único Dios y ellos en su Pueblo. Con esta entrega nace un nuevo
pueblo, Israel. Aquí comienza la nueva identidad de un pueblo que ve que Dios está con ellos, les acompaña.
En Pentecostés los israelitas, también agradecían a Dios el fruto de sus cosechas, era una fiesta de acción de
gracias. Su celebración se formalizaba cuarenta y nueve días después de la fiesta de Pascua, por tanto,
cincuenta días si contamos desde esta fiesta.
Esta fiesta tiene su fundamentación bíblica en: “…hasta el día siguiente al séptimo sábado, contaréis
cincuenta días y entonces ofreceréis a Yahveh una oblación nueva. Llevaréis de vuestras casas como ofrenda
mecida dos panes, hechos con dos décimas de flor de harina y cocidos con levadura, como primicias para
Yahveh. Juntamente con el pan ofreceréis a Yahveh siete corderos de un año, sin defecto, un novillo y dos
carneros: serán el holocausto para Yahveh además de su ofrenda y sus libaciones, como manjar abrasado de
calmante aroma para Yahveh. Ofreceréis también un macho cabrío como sacrificio por el pecado, y dos
corderos de un año como sacrificio de comunión. El sacerdote los mecerá como ofrenda ante Yahveh,
juntamente con el pan de las primicias y con los dos corderos; serán consagrados a Yahveh y pertenecerán al
sacerdote. Ese mismo día convocaréis una reunión sagrada; la celebraréis y no haréis ningún trabajo servil.
Decreto perpetuo será éste de generación en generación dondequiera que habitéis. Cuando cosechéis la mies
de vuestra tierra, no siegues hasta el borde de tu campo, ni espigues los restos de tu mies; los dejarás para el
pobre y para el forastero. Yo, Yahveh, vuestro Dios” (Lv. 23,16-22). De los cánones o normas que el libro del
Levítico expone, puede extraerse que Pentecostés era una fiesta, como ya comenté, de acción de gracias, para
los agricultores por la cosecha obtenida, una vez finalizada la siega, y para los pastores después de conducir a
sus rebaños para pastar, por las crías de estos.
Pero no podemos olvidar que este fue el origen de la festividad. Posteriormente, se enriqueció con el
acontecimiento del nacimiento de Israel, el Pueblo de Dios, con la entrega de las tablas de la Ley en el Monte
Sinaí.