una historia con una prinsesa un dragon un cofre una luna un leon y un coete
por fa
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Respuesta:
Bueno....
"En las profundidades del bosque más tenebroso, solitario y silencioso del país, yacía un pequeño castillo abandonado, muy difícil de encontrar ya que estaba cubierto de enredaderas y otras plantas que lo mantenían oculto del resto del mundo.
Un día mis amigos y yo decidimos adentrarnos en aquel bosque, lleno de leyendas y mitos para buscar aquel castillo, aunque nuestros familiares no querían que fuéramos porque era una misión suicida (Nadie había regresado de ese bosque) aun así en la mañana (ya con nuestros bolsos, provisiones y tiendas de campañas) dimos inicio a nuestra exploración, caminamos por horas pero no encontrábamos nada interesante o impresionante, algunas piezas de metal y ropas viejas.
Cuando cayo la noche y la luna estaba en su punto más alto, decidimos armas nuestras tiendas de campañas para dormir, no sin antes prender una fogata para asar los malvaviscos que habíamos traído, en ese momento uno de mis amigos decide contar una leyenda que tenia este bosque.
Dijo "Hace muchísimo tiempo, cuando ni siquiera los abuelos de nuestros abuelos habían nacido, las personas del pueblo abandonado vieron como del cielo iba bajando una hermosa "estrella fugaz" prendida en fuego, no pudieron resistir mirar aquel increíble suceso que estaba pasando, pero en un momento, después de admirar con asombro la cosa que parecía caer del cielo, se dieron cuenta que no solo estaba cayendo si no que se dirigía directamente a este mismo bosque, solo bastaron unos segundos cuando el grande objeto cayo en tierra e hizo temblar arboles y todo lo que a su paso estaba, las personas intrigadas corrieron a ver que era aquello que había caído, un cohete, muchas personas se acercaron demasiado a la nave y no esperaron que reposara ni un poco, a los 15 segundos de haber caído el cohete, este exploto dejando muchos muertos y varios herido, dice la leyenda que si tocas alguna de las partes del cohete que se encuentran regadas por el bosque morirás como lo hicieron las personas de aquel pueblo WUAJAJAJJAJAJAJAJAJ"
Otra amiga "Deja las locuras, mejor vamos a dormir"
A la mañana siguiente seguimos emprendiendo nuestro viaje, necesitábamos encontrar aquel castillo oculto, ya que se rumoreaba que tenia cofres llenos de tesoros y mucho dinero, mientras caminábamos más encontramos unas pisadas extrañas, no eran humanas, pero tenían cierto parecido a las de un perro, de una comenzó a hablar una de mis amigas.
Espeto " Cuando era pequeña, mi mamá me contaba una historia sobre un príncipe, tan grosero como un ogro y tan malo como un demonio, que solo jugaba con los sentimientos de las chicas a las que enamoraba, esto lo llevo a su perdición como ya tenia fama de don juan, las chicas se rehusaban a pasar tiempo con él y preferían salir con los cazadores del pueblo, y por esto se le veía siempre muy solo. Un día a su castillo llego una muy hermosa princesa, que se lanzo a su brazos jurándole amor eterno, el príncipe no pensó ni un segundo en aceptar a la damisela en su hogar, pero a los pocos días se aburrió de ella, no la quería tener cerca, además ya la había probado y no era la gran cosa, así que mientras esta dormía decidió acabar con ella, pero con lo que él no contaba era que la tierna y hermosa princesa, en realidad era una bruja que lo había estado observando desde hace mucho tiempo y que sabia todas las falsas promesas que le había hecho a tantas jovencitas inocentes, así que en un hábil movimiento le echo un hechizo al príncipe convirtiéndolo en un león con la melena oscura como la noche y la piel marrón cual fango, príncipe león corrió con miedo al darse cuenta en lo que se había convertido, pero tal fue su desgracia que esa misma noche los cazadores habían decidido salir a ver si encontraban a alguna gacela dormida, pero lo único que encontraron fue a un león muy feo al cual asesinaron sin compasión, Fin"
Me diverti mucho escribiendo esto
- Como que no? - Dije yo indignado
- Mami y tu no pudieron pasar por todo eso, los leones no existen - dijo mi pequeña
Mi esposa y yo, solo pudimos reírnos de las ocurrencias de nuestra hija, ya que estábamos acostumbrados a que no creyeran Nuestra Historia.