una fabula con moraleja
Respuestas a la pregunta
- Madre ¿cómo nosotras que sufrimos la desgracia en carne propia, apenas si lloramos? en cambio esas lloronas, que jamás la conocieron, se deshacen en grandes lamentos.
La madre contestó:
- No te extrañes, hija mía: esas mujeres no lloran lágrimas, sino dinero. Nunca olvides que las monedas son las lágrimas del rico.
MORALEJA
Con el dinero conviertes a sanos
en sufrientes
Respuesta:
l león y el ratón
Caía el sol y el león solo tenía planificado descansar. Había sido una ardua jornada de caza, por lo que decidió recostarse debajo de un árbol a dormir una pequeña siesta. De repente, sintió algo en su cara. Abrió los ojos y se dio cuenta que un pequeño ratón subía por su nariz.
Malhumorado, el león lo agarró de la cola y cuando estaba por metérselo en la boca para comérselo, escuchó la fina vocecita del ratón, que le pedía que se apiadara de él. El animalito le prometió que, si no lo comía, algún día se lo pagaría. Esta promesa, dibujó una sonrisa en la cara del león. Se preguntó cómo ese diminuto animalito podría ayudarlo algún día. Así y todo, le perdonó la vida.
Apenas unos días más tarde, el león quedó atrapado en la red de un cazador. Desesperado, comenzó a pedir ayuda a los gritos. El ratón, que se encontraba por allí, reconoció su voz y salió corriendo a asistirlo. Con sus filosas paletas, rompió la red que lo envolvía y lo liberó.
“Hasta un pequeño ratón puede ayudar a un león”, dijo el ratón, orgulloso de haberlo liberado.
Moraleja: Los actos de bondad siempre son compensados. Nunca menosprecies la ayuda de nadie, ni de los más débiles: todos pueden ayudar.
Explicación: