Una entrevista a Michel Platini (jugador de fútbol) es para mañana y no sacada de Google puedo pagar haciendo otra pregunta y dando todos mis puntos
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Es mucho perdon
Explicación:
ES UN PLACER REPORTAR A PLANTINI.
Ni se me cruzó por la cabeza tratarlo de usted. Y ni se me ocurrió pensar tampoco que él hubiera considerado eso como una falta de respeto.
—¿ Y hasta cuándo la Selección francesa? ¿México '86 será tu último Mundial?
—Posiblemente, no creo poder jugar otro. Sólo los dirigentes pueden hacer diez mundiales sin cansarse. Mi idea es acabar sin acabar: dejar de jugar, pero no dejar el fútbol. Quizás el próximo Mundial yo pueda vivirlo como turista, así conozco Italia. O como periodista, si Berlusconi me contrata...
Se lleva mucho mejor con los periodistas italianos que con los franceses. Eso lo comprobamos nosotros mismos. Aunque, en realidad, a él le gusta divertirse. Y, cuidado, que su concepto de la diversión no implica la cargada. Para entenderlo bien, vale un comentario que nos hizo Gianni Mura, de "La República" (de Italia, por supuesto): "Él nos hace el verso francés a nosotros, y el verso italiano a los franceses. Es así: a los italianos, —cuando pierde— nos dice que lo que importa es el espectáculo, el buen juego; a los franceses —cuando no juega bien— que importa el resultado, ganar o ganar. Es muy, ¿cómo dicen los argentinos?, chispeante". Así es, justamente.
—Tengo un buen recuerdo del Mundial '78, lo jugué muy descansado, en un equipo que jugaba bien y no se daba cuenta de eso. En ese mundial yo me encontraba bien en forma; no clasificamos pero no jugamos nada mal. Y estábamos en la zona de los dos mejores equipos del campeonato: Italia y Argentina...
— ¿Y de España '82?
—Mi recuerdo es un gran dolor por la pubalgia. Dos días después de cada partido seguía con bolsas de hielo en las piernas, una cosa temible. Y recuerdo Sevilla (el memorable encuentro semifinal con Alemania Federal), como algo doloroso y algo útil: en ese partido vivimos dos horas de sensaciones que, estoy seguro, algunos futbolistas no viven en toda su carrera...
—Bueno, llegamos al '86...
—Por primera vez en la historia somos auténticos candidatos. No sé si es el mejor momento del fútbol francés, sólo digo que si estamos reconocidos será porque algo hemos hecho y no puedo predecir lo que vamos a hacer...
—Pero es indudable que se trata de un equipo más que poderoso...
—Este equipo nació de una magnífica locura de Michel Hidalgo: juntar en la cancha a cuatro números diez; Genghini, Tigana, Giresse y yo demostramos que podemos jugar juntos. Y bien, con estilo.
— ¿Y cuál se impondrá en México? ¿Un fútbol individual o colectivo?
—El fútbol es colectivo, sin dudas. Con una variante que vale y valdrá para todos los mundiales: los goles y el desequilibrio los marcan las individualidades...
—Hablando de individualidades, ¿cuál es tu opinión de Maradona y de Borghi?
—De Maradona hace tres años que vengo hablando maravillas, espero que no lo tomen como un cumplido. Y el caso de Borghi, es un jugador sorprendente, un gran jugador de equipo.
— ¿Superarás la marca de trece goles de Just Fontaine en 1958?
— (Se ríe). Sólo si puedo patear trece penales. En realidad, no me gusta que nos comparen con aquel equipo. Nosotros podemos jugar bien también.
—Michel, ¿qué serás cuando te retires?, ¿Director técnico o periodista?
—Periodista, es mucho más fácil.
— ¿Eres el mejor del mundo?
— ¿Como periodista?
—No, no. Como futbolista...
—Ah, no, como futbolista no. Pero como periodista no estoy muy lejos.
Por eso es un fenómeno, por eso no lo traté de usted.