una enseñanza de una anectoda de Dios
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Señor tu eres genial, dices: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. Hoy creemos firmemente que concederás el anhelo de nuestro corazón. Te amamos los peruanos
Explicación:
Respuesta:
Acabo de pedirle a Dios que me mandara un taxi de los suyos, y, de repente, llegó usted…
El buen Dios suele tenernos sorpresas inesperadas en el camino. Nos acompaña siempre y nos cuida. Mi mamá lo experimentó hace dos días.
Estaba en un supermercado y se sintió un poco indispuesta. Salió para buscar un taxi que la llevara a su casa y encontró una fila enorme de personas que también esperaban uno. Entonces…
Le dije a Dios:
— Mándame un taxi que sea tuyo.
En eso un taxi que estaba al fondo pasó recto, junto a la multitud y se detuvo frente a mí.
— ¿A dónde va? — me preguntó el taxista, bajando la ventana.
— A la barriada El Carmen.
— Venga suba. Yo la llevo.
— Señor — le dije — usted es muy afortunado, porque es un hombre de Dios. Su taxi le pertenece a Dios. Acabo de pedirle a Dios que me mandara un taxi de los suyos. Y, de repente, llegó usted.
El taxista me miró impresionado.
— Señora — me comentó —, no sé por qué, sentí el impulso de avanzar. No recogí a ninguno de los que estaban antes. Vine directo donde usted. Entonces sonrió.
— Mire lo que dice en la puerta, dijo emocionado. Al lado mío, en la puerta, había un letrero grande que decía: “Este Taxi es de Dios”.
Explicación: