una carta para las personas q no creen en dios
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Bueno yo te diria que la carta diga lo siguiente:
Voy a tratar de contestar a tu carta, porque pienso que me pides algo a lo que tienes derecho, aunque no sea para mí fácil. Me preguntabas por mi relación creyente con Dios, y por cómo
había evolucionado: “si ha habido a lo largo del tiempo diferencias cualitativas y noches
oscuras; y si el superarlas ha dado solidez a mi fe”. Dices que intentabas “ver a través de mis
ojos”. Te respondo sólo con una condición: acepta de entrada que me has pedido algo inexpresable. No sólo por mis límites personales, sino por el tema mismo: si Dios fuera adecuadamente
expresable ¡ya no sería Dios! La gente que parece que habló menos mal sobre Él (los
místicos) acabó haciéndolo en verso; y cuando quiso explicar aquellos versos resultó tan
farragosa como la prosa de san Juan de la Cruz en comparación con su poesía. Pero quizá me has oído a ratos modificar aquel célebre aforismo de Wittgenstein, y decir que “de lo que no se puede hablar, a veces es preciso intentar hablar”. Tu carta ha creado una de
esas ocasiones. Sólo te pido que tomes todo lo que va a seguir como uno de los balbuceos de
esos niños deficientes cerebrales, a los que cuesta tanto entender: únicamente los padres o los
pedagogos que conviven con ellos saben entenderlos. Y los demás sólo de vez en cuando. En otra carta parecida a esta, León Felipe le decía a su hermana Salud que no vamos de la nada
a la nada, sino de la nada a la vida, de la vida a la muerte y de la muerte al Misterio. Me
gustaría que esta carta termine también en el Misterio, pero arrancando de esta vida. Por eso, y
para resumir antes de empezar, yo distinguiría tres niveles en lo que puede ser mi experiencia
de Dios:
El nivel natural de mi ser hombre, en el que acabo diciendo: sería razonable y bueno si Dios
existiese. El nivel del encuentro con Jesús que me lleva a concluir: si Dios existe sería razonable que
fuese como dice Jesús, y no como yo lo imaginaba; y además quizá vale la pena fiarse de
alguien como Jesús en este punto. Y un tercer nivel que es el de mi experiencia personal: entrando por ese camino se me
confirma experiencialmente lo que antes había aceptado fiándome de Jesús. Voy a ver si logro explicarme algo en cada uno de estos tres niveles.
Explicación:
ya tu abrebialo espero que te sirva