un texto argumentativo sobre la importancia de la libertad y la participación a través de la historia y su vigencia en nuestros días ayúdenme como yo les ayudo pues
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
importancia de la libertad segun yo xd: Es la capacidad que tiene el ser humano de poder obrar según su propia voluntad, a lo largo de su vida,la importancia de la libertad Desde siempre se ha definido la libertad como uno de los atributos de los humanos forma parte de sus propiedades, de su dignidad.
importancia de la participación a través de la historia: Fortalecer el sistema democrático representativo y participativo. Garantizar derechos políticos y humanos. Legitimar decisiones gubernamentales. Consolidar la gobernanza, es decir, lograr que gobierno y sociedad actúen en conjunto.
Explicación:
La importancia y vigencia de la historia social.
Esto se puede argumentar por ambos lados, en función a la concepción a la que
adhiramos. Ambas, en el fondo, me llevan a las mismas conclusiones. Si abrazamos el
planteamiento de que toda historia es social, entonces el argumento sería igual al de la
importancia de hacer historia a secas, porque si toda historia es social, la relevancia de
hacer historia social equivale a la importancia de hacer historia.
Si, por el contrario, entendemos la historia social como un campo específico de
los estudios históricos, su importancia estaría ligada a la receptividad de la historiografía
en la sociedad, que es un punto sobre el cual me quiero detener y que tiene que ver con la
actualidad.
Hay algunos elementos del mundo de nuestros días, y en particular del Chile
actual, que me reafirman la importancia que tienen la historia en general y la historia
social en particular. ¿Cuáles son algunos de estos elementos?
Primero: crisis de los grandes relatos y paradigmas.
La “caída de los muros” y la decepción respecto de promesas no cumplidas de la
modernidad, han hecho que algunos grandes relatos y paradigmas, entre otros el
marxismo, pero no solamente el marxismo, entren en crisis, sin que hasta el día de hoy,
salvo, tal vez, las religiones y los integrismos religiosos, no surjan grandes relatos que
intenten dar una explicación y solución global a los problemas de la sociedad.
Otro elemento que está muy presente en nuestro caso, es el desprestigio de la
política y de los políticos. Una suerte de apatía ciudadana; un desprestigio de la clase
política, pero no sólo de ella, sino también desinterés de los ciudadanos por la cosa
pública, la cosa política. Del mismo modo asistimos a una creciente incredulidad en las
capacidades mágicas de la economía. Ya nadie cree, como hasta hace algunas décadas, o
como se pensó ciegamente en el siglo XIX, que la economía, el progreso económico y
tecnológico, el llamado “desarrollo impetuoso de las fuerzas productivas”, sea la panacea
para los problemas de la humanidad. Hemos conocido gran progreso económico y
grandes avances de la tecnología y de la capacidad de producción de la humanidad, pero
si bien esto ha resuelto ciertos problemas, otros han persistido o han surgido nuevos
problemas que el mero crecimiento económico no ha sido capaz de solucionar.
Por último, y digo “último” en un sentido figurado, porque podríamos hacer una
lista eterna de problemáticas o elementos del contexto actual, constatamos que hay una
crisis de identidades por efecto de la globalización. Este mundo interconectado en que
todos ven las mismas películas en cualquier lugar del globo, se visten más o menos de la
misma manera y consumen los mismos productos culturales, ha afectado fuertemente las
identidades de los grupos nacionales, regionales y locales, de distintos segmentos sociales
y culturales. Y en contrapartida, es claramente perceptible un interés creciente por lo
particular, lo local y los “sujetos olvidados”.
Muy ligado a este último elemento se manifiesta la búsqueda de raíces
identitarias. La gente quiere saber quién es, de dónde viene y para dónde va; a qué comunidad pertenece, con quién está unida en torno a cuestiones fundamentales. Eso
puede tener muchas expresiones, como la pertenencia fanática a las barras bravas o a
cualquier movimiento cultural de “tribus urbanas”, adhesiones que se convierten en el
principal factor identitario, sobre todo de los jóvenes, pero también de muchos adultos.
Entonces, si éstos son algunos de los elementos de la crisis y los nuevos intereses
de ciertos grupos sociales, la historia social tendría un gran futuro, porque sería aquella
área de la historiografía que tendría más llegada a la gente, por su preocupación por los
conjuntos (no solamente por los personajes descollantes, los grandes políticos o los
hombres de Estado), y por su intento de entender la política como expresión de lo social,
sin por ello negarle su propia especificidad.
( Lo Investigue en gogle,espero te sirva )