un resumen sobre el bilingüismo y las consecuencias del mismo
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las personas bilingües tienen que coordinar dos sistemas lingüísticos. Esto implica algunas ganancias, pero también un costo. Las ganancias del bilingüismo incluyen: un incremento de la flexibilidad mental; una superioridad en el desarrollo de aquellas funciones cognitivas relacionadas con la atención y la inhibición; el uso de una cantidad mayor de estrategias cognoscitivas en la solución de problemas; un aumento de la llamada conciencia metalingüística; y una habilidad mayor de comunicación. Entre los costos del bilingüismo se menciona: cierto retraso aparente en la adquisición del lenguaje; una interferencia entre ambos sistemas fonológicos, léxicos y gramaticales; y un posible decremento en el vocabulario en las dos lenguas. Se concluye que existe una gran variabilidad de experiencias lingüísticas en las personas bilingües y un gran número de variables afecta su ejecución en diferentes tareas intelectuales.
Es evidente que el bilingüismo puede tener efectos tanto positivos (por ejemplo, mejor control cognitivo) como negativos (por ejemplo, decremento en la fluidez verbal). La pregunta obvia es: ¿cuándo el bilingüismo tiene un efecto positivo o negativo? Se podría suponer que depende del tipo particular de relación entre las dos lenguas. La teoría del umbral (Cummins, 1978, 1984, 1991), que considera que el nivel de proficiencia logrado en las dos lenguas puede actuar como una variable interviniente en la mediación de los efectos del bilingüismo sobre el funcionamiento cognoscitivo, podría potencialmente responder a esta pregunta. Sin embargo, hay otros factores también involucrados, como es la similitud -distancia funcional- entre las dos lenguas. Se ha establecido con claridad que uno de los efectos negativos más importantes del bilingüismo es la interferencia interlingüística, que resulta en una disminución en la ejecución verbal. La interferencia se relaciona inversamente con la similitud existente entre las dos lenguas. Otro factor importante se refiere a la dimensión bilingüismo activo/bilingüismo pasivo. Cuando ambas lenguas son activas, la interferencia es máxima. Cuando solo una lengua se activa durante la vida diaria, la probabilidad de interferencia es mínima. La interferencia también se puede observar entre dos lenguas tardías, ya que comparten la característica de ser L2.
Los efectos específicos del bilingüismo sobre la cognición se relacionan con la edad. Inicialmente, el bilingüismo puede tener un efecto negativo sobre las habilidades verbales, pero luego de cierta edad, se encuentran efectos positivos. Goncz (1988) investigó la relación entre bilingüismo húngaro/serbo-croata y desarrollo cognitivo, utilizando una diversidad de pruebas tanto verbales como no verbales, en niños con edades entre los 6 y los 10 años. Los resultados mostraron que el bilingüismo se asociaba negativamente a los 6 años con el vocabulario pasivo en la primera lengua, y con la habilidad para derivar relaciones y correlativos. A la edad de 10 años, ya habían desaparecido las diferencias en el vocabulario pasivo, y se observaba una asociación positiva entre el bilingüismo y la habilidad para derivar relaciones y correlativos. Es interesante anotar que un efecto positivo similar del bilingüismo se ha encontrado en sujetos con retardo mental (Whitaker, Rueda & Prieto, 1985).
Como señalan Cummins y Corson (1998), la investigación es clara en relación con tres puntos: (1) la distinción entre habilidades conversacionales y académicas en una lengua; (2) los efectos positivos del bilingüismo en la conciencia del lenguaje y el funcionamiento cognoscitivo; y (3) la relación estrecha entre el desarrollo académico de los estudiantes bilingües en su primera y segunda lengua, en situaciones en las cuales se estimula a los estudiantes a desarrollar ambas lenguas.
Respuesta:
el bilingüismo es muy positivo, pero no siempre ha sido así. Hasta la década de los años 60, se pensaba que entorpecía el desarrollo intelectual de los niños. Se creía que estos tenían que ir traduciendo simultáneamente todo lo que escuchaban y leían a los dos idiomas y con ello perdían tiempo y esfuerzo.
Se ha comprobado que lejos de perjudicar el aprendizaje, incluso lo beneficia. Las ventajas del bilingüismo son manifiestas. Y no solo en los más pequeños, sino también en los adultos, ya que aprender una nueva lengua frena el deterioro cognitivo.
Explicación:
Hace ya diez años que arrancó en la Comunidad de Madrid la que ha sido, junto con el bachillerato de excelencia (que merece por sí solo un artículo aparte), la única aportación en positivo que ha hecho el PP autonómico en materia de educación. El resto de las aportaciones sólo han recortado becas, sueldos, profesorado, fusión o cierre de centros, etc. En el año 2004 arrancó el Programa de Bilingüismo en 26 colegios. Diez años más tarde se ha extendido a 335 colegios y 96 institutos, que viene a ser el 40% de los centros públicos de esta mal llamada Comunidad.
Comprendemos la importancia de que el alumnado mejore sus competencias lingüísticas en inglés, aunque creemos que también deberían mejorar sus competencias artísticas, científicas, humanísticas… La cuestión es que la aplicación del bilingüismo ha conllevado un cambio muy radical en la forma de estructurar las enseñanzas de Primaria y Secundaria, y esto se ha hecho sin que hubiera ningún debate previo (como acostumbran a hacer por estos lares) y, lo que es peor, sin ningún análisis posterior. Sí ha habido alardes de optimismo como el protagonizado por Pablo Hispán, Director General de Mejora de la Calidad de Enseñanza de la Comunidad de Madrid que, sin ningún argumento adicional, afirma que “…el Programa Bilingüe ha sido un éxito rotundo…”. Desde la CGT de Madrid nos ha parecido oportuno entrar a valorar este tema, pero exigimos que las autoridades lleven a cabo de una vez una evaluación oficial, con cifras, de este fabuloso proyecto. Si hay cosas que se han hecho mal, que se revisen y reparen, y si ha sido el éxito rotundo que pretenden nuestros gobernantes, que se extienda a toda la Comunidad, a España y al mundo entero. En todo caso la falta de planificación y los globos sonda que emanan habitualmente de la Consejería nos hacen dudar de que se lleve a cabo este análisis imprescindible. Valga como ejemplo que a mediados de junio de este año nuestras autoridades estuvieran valorando hacer extensible este programa a bachillerato para el curso 2014/15, aunque no se sabía ni de qué manera, ni en qué condiciones.
Nos ha llamado la atención que la FEDEA (Fundación de Estudios de Economía Aplicada, patrocinada por los mayores bancos y cajas de ahorros de España,“fábrica de ideas” poco sospechosa de filo-anarquista) sí haya hecho una valoración de este programa, y en ella se afirme: “nuestros resultados indican que hay un claro efecto negativo en el aprendizaje de la asignatura enseñada en inglés para los niños cuyos padres tienen, como máximo, estudios secundarios obligatorios”. Es decir, según este estudio, la aplicación del bilingüismo en nuestra Comunidad perjudica a las clases sociales menos favorecidas. Tal cual.
Tenemos que admitir, en todo caso, que muchos profes atestiguan que el nivel de inglés del alumnado de Sección es incomparablemente mejor de lo que era con el sistema anterior, y que el nivel de competencia que estos alcanzan en sus respectivas asignaturas no parece resentirse por estar siendo impartida en otro idioma. Pero el enfoque económico y social es, como siempre, fundamental ¿Qué tipo de familias pueden llevar a sus hijos a academias o a cursos de verano en Irlanda para que puedan estar al nivel esperado? No todas, no todas.