un relato sobre el Guardian de las puertas
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Como guardián de la puerta llevo más de quince años siendo primero librero y ahora editor. Durante esos años, cientos de ustedes se han acercado a mí con una mirada triste, un pesar en el corazón, una condena en su ánimo. Todos ustedes han venido ante mí dando cuenta de una ley no escrita, pero grabada a fuego en el consciente colectivo, que les obliga, más tarde o más temprano, como el protagonista del cuento de Kafka, a presentarse ante la puerta que custodio. Esa Ley tiene una sola sentencia: «Hay que leer». Entiendo perfectamente que recelen de mí. Ustedes cumplen una obligación, una condena, pero no son conscientes de haber incurrido en delito alguno; ustedes realmente no han hecho nada para merecer este castigo. Y entiendo también que, al verme por primera vez, desconfíen de mí: no parezco muy de fiar, ahí plantado ante la puerta, siempre entre libros. Pero claro, ustedes no me conocen aún y no saben cuál es mi misión.
Explicación: