Un relato histórico: con verbos en infinitivo y copreterito, adverbios de tiempo y adjetivos
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Los adverbios son palabras que se utilizan para complementar a los verbos, los adjetivos o incluso otros adverbios. Suelen expresar lugar, cantidad, tiempo, modo, duda, afirmación, etc., dependiendo de a qué grupo pertenezcan.
Los adverbios de tiempo son aquellos que indican el momento en el que se lleva a cabo la acción del verbo y, por lo tanto, responden a la pregunta “¿Cuándo?”. Por ejemplo: ayer, mañana, antes, después, entretanto, enseguida, hoy, etc.
Los adverbios de lugar, por su parte, brindan información sobre el espacio en el que se desarrolla la acción, por lo que responden a la pregunta “¿Dónde?” o “¿Hacia dónde?”. Por ejemplo: allí, aquí, debajo, encima, cerca, lejos, etc.
Relato histórico con adverbios de tiempo y de lugar
En el año 1519, Hernán Cortés, conquistador español, llegó a los territorios que hoy pertenecen a México y declaró que pasarían a estar bajo el dominio de la Corona española. Allí, impuso su poder, su lengua y su cultura, y luego logró incorporar esa región a lo que entonces era el Imperio Español.
Al principio, Cortés dirigió todos sus esfuerzos a someter la zona de la península de Yucatán, y luego de haber consolidado su poder ahí, decidió atacar la capital de los aztecas: Tenochtitlán.
En un primer momento, no se trató de una lucha, sino que pretendió ser un encuentro diplomático. De hecho, Cortés fue invitado a uno de los palacios de Moctezuma, el rey de los aztecas, como muestra de interés y respeto por los extranjeros.
Sin embargo, la misión no había llegado tan lejos para hacer diplomacia, sino que estaba allí para someter a los pueblos, por lo cual rápidamente Cortés capturó a Moctezuma y en ese momento los miembros del imperio se levantaron en contra de los conquistadores.
Luego de muchas luchas intensas, finalmente Moctezuma fue asesinado y su cadáver fue lanzado al río. Esto provocó la ira de los aztecas, que continuaron luchando incansablemente hasta que lograron expulsar a los invasores españoles en 1520.
A pesar de esto, los españoles volvieron a las tierras aztecas poco tiempo después y llevaron adelante un asedio fulminante, con el cual limitaron el abastecimiento del Imperio.
De ese modo, los pueblos que moraban allí ya no pudieron soportar el hambre y las penurias, y pronto debieron rendirse.
En ese entonces, esa victoria dio inicio al virreinato de Nueva España, que fue el más vasto de todos los territorios conquistados en América y no dejó de crecer por muchos años.