un poema sobre las nuves y las flores
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
— Di, madre, ¿por qué la flor,
hoy tan fragante y lozana,
habrá de perder mañana
su perfume y su color?
— Hija, por que en este mundo
de apariencias, inconstante,
todo pasa en un instante,
nada es firme ni profundo.
— Y esas nubes matizadas
de púrpura y de topacio,
que cruzan por el espacio
como de un ángel llevadas;
¿por qué, madre, su hermosura
se trueca en sombras de duelo
que cubren de luto el cielo
y el corazón de tristura?
— ¡Tal es, hija de mi amor,
la ley que al mundo domina:
tras la rosa la espina,
tras la dicha el dolor!
— ¿ Y el amor, madre, ese bien
del corazón que suspira,
también será una mentira…?
— ¡Quimera el amor también!
Es ensueño de una hora,
esperanza de un instante,
visión hermosa y brillante
que al tocarla se evapora;
que esas pasiones que nacen
dentro del pecho y lo agitan,
son flores que se marchitan,
son nubes que se deshacen.
— Mas, ¡ay! si todo es falsía
en torno de la existencia,
¿en qué ha de tener creencia
mi corazón, madre mía?
— En Dios que no engaña nunca
y en tu madre que te quiere:
ése amor que no muere,
que el desengaño no trunca;
flor que eternamente crece
en los jardines del alma;
nube de bonanza y calma
que el viento no desvanece;
porque en ese amor se encierra
toda verdad y consuelo:
no hay más que Dios en el cielo,
y amor de madre en la tierra.
Respuesta:
sobre una estéril pradera con el diáfano azul del cielo cruzaba en rápido vuelo una nube pasajera;vio pasar una flor,que abrazaba se moría y en penosa agonía le dijo asi con amor