un poema sobre el valor de esperanza y el óptinismo. Doy corona
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Respuesta:
Diario de un Soñador Iluso
Mis ojos ya no ven lozano
el prado tornado en paramo
como esos días de antaño,
ya no caigo en el engaño
y aquí estoy, sin animo,
al final, todo será en vano.
Debo de haber muerto
¿O acaso soy el único en ver
más mustio que ayer
ese árido desierto?
Yermo de acero y piedra,
regido por las solemnes palabras
de pálidas gárgolas inmortalizadas
corrompiendo esta profana tierra.
Hastiada de esos seres
tan vacíos como entes
que deambulan por la plaza
con sus rostros producidos en masa.
Indolentes ante
este infierno de Dante
que mutiló sus alas
y rompió sus halos.
Holocausto de sueños,
sin epitafio, lapida o flor
masacrados por
sus mismos dueños.
Que tanto
amaron,
tantos otoños
cuidando el retoño
y al final, lo arrancaron
sin pena ni llanto.
Aunque ¿Qué sería de la existencia?
si la más íntima fantasía
abriera paso a una utopía,
al final del día…
La poesía se marchitaría,
las musas envejecerían,
y los cuentos,
dejarían de ser cuentos,
Y lo que alguna vez fue sagrado
en los sueños de los mortales,
sucumbirá en este mundo
de ataduras terrenales.
El horizonte, el cielo
y borde del mundo
ha cautivado con anhelo
a tantos trotamundos
Porque al final
siempre serán
inalcanzables
Pero siempre
habrá un valiente
de espíritu indomable
Y la tierra dejó
de ser plana cuando osó
cuestionar lo incuestionable.