un pequeño resumen, defensa de la fidelidad Daniel Samper Ospina.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Soy orgullosamente fiel. De modo que mi fidelidad no tiene ningún asidero moral. Soy fiel primero que todo por guardarle un homenaje modesto al amor cotidiano, el de todos los días, desgastado por la rutina pero a su vez alumbrado por ella, que es el único real. No cambiaría la honda y quizás poco notoria felicidad de ese amor ordinario y reposado, por la colorida pero fugaz precipitación de un buen desliz.
Para ser fiel, en cambio, no es necesario hacer nada. Uno se queda viendo fútbol en la casa, y ya está siendo fiel. Hugh Hefner es un lobazo, que envejece entre batas de seda como cualquier mafioso. Y con la gloria de haber estado enamorado hasta la muerte de la misma mujer, maravillosa y única.
Pero a instantes de que nazca mi segunda hija, me siento pleno al reconocer que me basta este amor habitual, de marinero en puerto, para ser feliz en la misma casa, en la misma cama. Y con la misma mujer, maravillosa y única.