Un pastor tenía dos ovejas y estaba contento porque las dos habían parido y tenían unos
hermosos y juguetones corderitos.
Durante la noche el pastor encerraba sus dos ovejas en un corral que tenía muy cerca de la
casa. Así se aseguraba que lobos y zorros no las mataran.
En las horas del día las soltaba para que fueran a pastar por los cerros. Y aquel día las soltó,
como siempre y dejó a los corderitos en el corral. Es muy riesgoso soltarlos tan pequeños.
Las dos ovejas cruzaron el río caminando sobre su firme lecho de piedras. Las aguas del río
serrano eran poco profundas y ellas lo cruzaban a diario. Pero al poco tiempo se desató un
temporal muy fuerte y la lluvia fue repentina y torrencial. Las aguas descendieron de los
cerros, se volcaron torrentosas en los pequeños arroyos y llegaron turbias al cauce del río y
éste se desbordó.
El pastor salió hasta la orilla, porque sabía que se acercaba la hora en que sus ovejas
regresarían, para amamantar a sus críos y pasar la noche en el corral y vio que sería
imposible cualquier intento por cruzar aquel torrente de aguas, sin exponerse a ser arrollado
y golpeado contra las piedras.
GUÍA PEDAGÓGICA — GRADO 8°
103
COLEGIO EL AMPARO
Una oveja se puso a pastar paciente en la orilla, esperando que las aguas bajaran, la otra se
impacientó y comenzó a lamentarse: "Esta agua no descenderá y mis hijitos se morirán de
hambre, aquí nos sorprenderá el lobo y nos moriremos". La compañera trató de calmarla:
"No te impacientes, recuerda que ya vimos muchas crecientes en el río y siempre vimos las
aguas descender, no nos pasará nada grave y mañana amamantaremos a nuestros hijos".
De nada valieron sus reflexiones, la oveja se arrojó al agua. El pastor la miraba impotente
desde la orilla opuesta. La pobre oveja avanzó un par de metros, pero las aguas la vencieron
y la arrastraron río abajo, el pastor y la compañera vieron cómo el cuerpo de la desdichada
era llevado por la corriente, que lo golpeaba contra todas las rocas salientes.
Al anochecer las aguas ya habían descendido bastante, pastor y oveja se miraban desde las
dos orillas, el pastor que conocía bien los pasos menos riesgosos, entró al agua y lenta y
cuidadosamente, llegó hasta la otra orilla, ató una cuerda al cuello de su oveja y ambos
volvieron a cruzar el río.
Los corderitos balaban en el corral, el pastor hizo que los dos huerfanitos mamaran de la
oveja sobreviviente, que se constituyó en su madre adoptiva.
Responder las siguientes preguntas:
1. ¿Cuál es la enseñanza que nos deja el cuento que leímos?
2. Elabora una lista de las palabras desconocidas y búscalas en el diccionario.
3. ¿Por qué es importante, tener paciencia en nuestra vida cotidiana?
4. Elabora un dibujo sobre la lectura.
ayuda porfa es para hoy :(
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............
Explicación: Que pereza leer todo
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