un párrafo que empieza con: ERA TAN BUENO QUE...
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Respuesta:
Era tan bueno que quise provar suerte en el amor, pero entedi que de ser bueno no se vivie. Soy bueno, me considero una persona muy afortunada en todo lo que hago y soy una persona on muchos dones, etc. Creo que soy la maxima creacion del universo, aveces pienso que no valgo nada pero me miro en el reflejo del agua y me doy cuenta que yo soy el unico, no soy una copia.Ademas no existe el ser perfecto todos somos imperfectos y en algun momento herramos.
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Además de una correcta presentación, un trabajo de curso ha de tener un contenido serio. Esto no significa que el alumno deba demostrar que sabe más que nadie sobre el tema. A veces ese objetivo impulsa a algunos imprudentes a copiar despiadadamente sin citar las fuentes, es decir: a plagiar. Y eso, como dije citando la ley de propiedad intelectual (1/1996), es denunciable. Hay que aprender a redactar trabajos decentes, meta fácil de conseguir con la práctica.
Las siguientes sugerencias y correcciones guían en el proceso de redacción. Se basan en gran parte en los usos que recomienda la Real Academia de la Lengua, y se contraponen a los errores más frecuentes que he corregido en cuantiosos trabajos de curso universitarios, que incluso sabios intelectuales cometen, aunque luego sea el máximo especialista en una materia de investigación. Lejos de ser propios de la universidad, muchos de esos errores están extendidos por la sociedad gracias a los medios de comunicación. Al cometerse en infinitos círculos poco recomendables desde el punto de vista lingüístico, es difícil combatirlos. Además, según voy comprobando haciendo “trabajo de campo”, muchos de estos errores ya estaban presentes en las películas de los años cincuenta del siglo pasado, sobre todo, en traducciones al español.
Es sorprendente el contagio pandémico de los malos usos del lenguaje. Mi opinión es pesimista al respecto: pienso que todo lo malo se pega en la lengua. Así, sucede que incluso académicos sorprendentemente cultos caen en su uso erróneo. En cambio, sería anómalo que un gañán empezase a hablar como Cervantes de un día para otro después de leerse El Quijote. Pero aún no está la batalla perdida, sólo hay que dedicarle un poco de trabajo a intentar desintoxicarse de los vicios más comunes de hoy día.
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