un informe con las conclusiones se clasifica en materia de propiedades con la radiación de seguridad alimentaria
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Detección de peligros físicos con radiación en la industria alimentaria
Hasta la fecha, la aplicación de radiación más conocida y habitual en la industria alimentaria venía siendo la pasteurización por aplicación de radiación ionizante dando lugar a lo que la legislación establece como «alimentos irradiados». Un alimento irradiado es aquél al que se ha sometido a radiación ionizante para eliminar los patógenos. Esta condición debe ser declarada en el etiquetado por ley en la UE (Reglamento 1169/2011, Anexo VI, Parte A – Menciones obligatorias que acompañan a la denominación del alimento).
Sin embargo hay otra aplicación emergente centrada en la detección de peligros físicos que también emplea una fuente de radiación, lo que a priori podría parecer algo desproporcionado, como matar moscas a cañonazos. Para formarse una opinión al respecto, hay dos aspectos relacionados con la evaluación del riesgo para la salud que deben ser considerados:
El riesgo que suponen los objetos extraños.
El riesgo inherente a las radiaciones ionizantes.
Explicación:
Espero Haberte ayudado con la informacion
Respuesta:
Detección de peligros físicos con radiación en la industria alimentaria
Hasta la fecha, la aplicación de radiación más conocida y habitual en la industria alimentaria venía siendo la pasteurización por aplicación de radiación ionizante dando lugar a lo que la legislación establece como «alimentos irradiados». Un alimento irradiado es aquél al que se ha sometido a radiación ionizante para eliminar los patógenos. Esta condición debe ser declarada en el etiquetado por ley en la UE (Reglamento 1169/2011, Anexo VI, Parte A – Menciones obligatorias que acompañan a la denominación del alimento).
Sin embargo hay otra aplicación emergente centrada en la detección de peligros físicos que también emplea una fuente de radiación, lo que a priori podría parecer algo desproporcionado, como matar moscas a cañonazos. Para formarse una opinión al respecto, hay dos aspectos relacionados con la evaluación del riesgo para la salud que deben ser considerados:
El riesgo que suponen los objetos extraños.
El riesgo inherente a las radiaciones ionizantes.
Es decir, ¿la reducción en los riesgos derivados de la presencia de peligros físicos en los alimentos, supera el riesgo de disponer de un emisor radiactivo en planta?
En términos generales, hay dos tipos de radiación que se dividen en radiación no ionizante y radiación ionizante:
Radiaciones no ionizantes
Tienen una energía demasiado baja para llegar a hacer cambios en la estructura de los átomos. Se consideran seguras por sí mismas y entre ellas tenemos:
Luz solar
Infrarrojos
Radiación ultravioleta
Microondas
Emisiones radioeléctricas
Wi-Fi
El debate sobre si la exposición a algunos de estos tipos de radiación puede tener efectos no deseados sobre la salud es un tema candente y controvertido.
En el campo de las emisiones radioeléctricas, a partir de cierta potencia, la legislación establecida sí que regula los máximos de emisiones radioeléctricas a los que se puede someter a la población como medida de prevención. Sin embargo no existen estudios relevantes, que aporten evicencias científicas concluyentes, que asocien directamente la exposición a campos electromagnéticos con efectos sobre la salud.
Radiaciones ionizantes
Cuando se escucha la palabra radiación se dispara un aviso en el subconsciente. Este término se asocia con la radiación de tipo ionizante y seguidamente con la carcinogénesis y la mutagénesis, ambos efectos muy graves para la salud.
La radiactividad como tal es la capacidad de un elemento de emitir radiación, y es una condición de la naturaleza, una propiedad natural de algunos elementos de la tabla periódica. Esta radiación emitida por algunos materiales se debe a la inestabilidad del elemento en sí y tiene su origen en la estructura del átomo y los términos de física por los que se rigen.
En este sentido, la radiación más peligrosa para la salud se determina en función de su capacidad de penetración en la materia. Neutrones y rayos Gamma, seguidos de los rayos X, son las radiaciones más peligrosas por su mayor capaz de atravesar los tejidos. Cuanta más penetración, más probabilidades de dañar los átomos del tejido, y más probabilidad de provocar enfermedades graves.
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