UN ENSAYO SOBRE EL BIEN COMUN CON SUS PROPUESTAS
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
bien es cierto bien común puede entenderse como un concepto compuesto por dos términos
suficientemente acotados en los diccionarios, su significación trasciende a la sumatoria de éstos. En forma análoga, viene a representar un perfecto ejemplo de la teoría sistémica donde el total es mayor que la sola suma de sus partes.
He estimado pertinente entonces, para fines de este ensayo, iniciar mi análisis del bien común, a partir de la interpretación del concepto del bien, para precisar, a continuación, lo que constituye su calificación de común, y su internalización por la sociedad como concepto de “trascendencia mayor”.
* Capitán de Navío. Abastecimiento. Contador Auditor y Licenciado en Auditoría de la Universidad de Valparaíso. Diplomado en Gestión Financiera de la Universidad de Chile. Diplomado en Historia Naval y Marítima de la UMACH y egresado del Magíster en Ciencia Política Integrada de la Academia de Guerra Naval.
1. Aristóteles, Política, I 3.
2. Aristóteles, libro decimosegundo de su obra Metafísica.
A continuación proseguiré con un análisis de las interpretaciones contradictorias que se derivan de la utilización de este concepto donde, según las ideologías predominantes, el bien común tiene interpretaciones diferentes, para finalizar con algunas conclusiones que nos permitan destacar las dificultades que tiene este constructo para erigirse como un principio rector que oriente adecuadamente tanto al hombre individual como a la sociedad entera en la búsqueda de su perfección.
De acuerdo a su concepción filosófica, el bien representa el valor supremo de la moral; pero desde el punto de vista económico, corresponde a cualquiera de las cosas susceptibles de satisfacer necesidades humanas. Aristóteles llamaba bienes a los medios que sirven para la vida y el bienestar de los hombres.1 Es más, reconoce que en el mundo, los hombres libres no están sometidos a hacer esto o aquello según la ocasión, sino que todas sus funciones, o la mayor parte, están reguladas, a diferencia de los esclavos y las bestias de carga, donde su actuar depende de las circunstancias.2 Este es, en efecto, el principio que constituye la naturaleza de cada uno, donde el actuar de los hombres libres se orienta a la armonía del conjunto.