un ensayo del primer congreso constituyente de Perú
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El Congreso peruano nació a partir de la convocatoria realizada por José de San Martín, por decreto del 27 de diciembre de 1821, el cual señaló: El alto fin de mis empresas después de dar la libertad al Perú, ha sido el consolidarla: los enemigos de ella solo son ya temibles donde no encuentran a quién combatir […] La opinión pública ha progresado rápidamente, y es tiempo de que se haga el primer ensayo de la sobriedad y madurez de los principios sobre que se funda. […] He acordado y decreto:
1. Para el día primero de Mayo de 1822 se reunir en esta capital el congreso general constituyente de los departamentos libres del Perú, nombrándose suplentes por aquellos que integran el territorio del estado, si aún estuviesen oprimidos.
2. Los objetos únicos de su reunión serán: establecer la forma definitiva de gobierno, y dar la constitución que mejor convenga al Perú […]
Gaceta del Gobierno, Lima, Tomo I, nro. 50, 29 dic. 1821, p. 204.
Luego de varios vaivenes propios de la guerra independentista, el 20 de setiembre de 1822 se logró la instalación de llamado Primer Congreso Constituyente, acontecimiento que fue acompañado de numerosos actos públicos. Ese día se congregaron en el Palacio de Gobierno los señores propietarios de los departamentos libres y los suplentes, y luego se dirigieron a la Catedral a implorar la asistencia divina, mediante la misa del Espíritu Santo, que celebró el deán del Arzobispado. Concluida esta, se entonó el himno “Veni Sancte Spiritus”; y posteriormente, el deán solicitó sobre la protestación de la fe y el juramento que debían prestar. En ese momento, el Ministro de Estado y Relaciones Exteriores, Francisco Valdivieso, articuló la fórmula del juramento, y tras el asentimiento de los diputados, estos pasaron de dos en dos a tocar el libro de los Santos Evangelios. Para finalizar el acto, San Martín añadió: “Si cumpliereis lo que habéis jurado, Dios os premie; y, si no, Él y la Patria os lo demanden” (Congreso Constituyente, 1822, p. 5). A continuación, el gobernador eclesiástico entonó el Te Deum, seguido por el coro. En ese momento resonó en la Plaza Mayor una salva de 22 cañonazos, repetida en el Callao y en los buques de la Armada. En la ciudad se produjo un repique general de campanas hasta la llegada de los diputados a la Universidad de San Marcos. El primer Congreso Constituyente se instaló el 20 de setiembre de 1822 en la capilla de dicha Universidad, ubicada entonces en parte del terreno que corresponde actualmente al Palacio Legislativo. En seguida, San Martín dimitió a su cargo, dejando a la nación en libertad para decidir su destino, declarando como instalado el Congreso soberano (Congreso Constituyente, 1822, pp. 3-6).
El Primer Congreso Constituyente funcionó teniendo como presidente a Javier de Luna Pizarro. Este Congreso solo estaba compuesto por diputados, quienes aprobaron el primer reglamento interior del Congreso el 20 de octubre de 1822. Sin embargo, lo más resaltante es que este Congreso sentó las bases de la primera Constitución, la cual fue formulada por Luna Pizarro, Hipólito Unanue, Joaquín Olmedo, Manuel Pérez de Tudela y Justo Figuerola. En esas bases fueron a partir del 16 de diciembre del mismo año, y establecieron la existencia de un Senado Central, la unicidad del Congreso y las competencias de los diputados (Ayarza, 1921, pp. 69-70).
Finalmente, la Constitución fue promulgada por Torre Tagle el 12 de noviembre de 1823, y estaba dividida en tres secciones con un total de 194 artículos, con clara influencia de los modelos ilustrados, a excepción de lo religioso, señalándose a la católica como religión de la República. Sin embargo, la Constitución no llegó a regir en la práctica, pues fue suspendida casi de inmediato para no obstaculizar las labores del libertador Simón Bolívar, quien el 10 de setiembre de 1823 había sido nombrado por el Congreso como suprema autoridad militar en todo el territorio, teniendo las facultades ordinarias y extraordinarias que la actual situación de esta demanda. Posteriormente, luego de abolida la Constitución Vitalicia bolivariana el 11 de junio de 1827, el Congreso restauró la Carta de 1823 mientras se promulgase una nueva Constitución.
1. Para el día primero de Mayo de 1822 se reunir en esta capital el congreso general constituyente de los departamentos libres del Perú, nombrándose suplentes por aquellos que integran el territorio del estado, si aún estuviesen oprimidos.
2. Los objetos únicos de su reunión serán: establecer la forma definitiva de gobierno, y dar la constitución que mejor convenga al Perú […]
Gaceta del Gobierno, Lima, Tomo I, nro. 50, 29 dic. 1821, p. 204.
Luego de varios vaivenes propios de la guerra independentista, el 20 de setiembre de 1822 se logró la instalación de llamado Primer Congreso Constituyente, acontecimiento que fue acompañado de numerosos actos públicos. Ese día se congregaron en el Palacio de Gobierno los señores propietarios de los departamentos libres y los suplentes, y luego se dirigieron a la Catedral a implorar la asistencia divina, mediante la misa del Espíritu Santo, que celebró el deán del Arzobispado. Concluida esta, se entonó el himno “Veni Sancte Spiritus”; y posteriormente, el deán solicitó sobre la protestación de la fe y el juramento que debían prestar. En ese momento, el Ministro de Estado y Relaciones Exteriores, Francisco Valdivieso, articuló la fórmula del juramento, y tras el asentimiento de los diputados, estos pasaron de dos en dos a tocar el libro de los Santos Evangelios. Para finalizar el acto, San Martín añadió: “Si cumpliereis lo que habéis jurado, Dios os premie; y, si no, Él y la Patria os lo demanden” (Congreso Constituyente, 1822, p. 5). A continuación, el gobernador eclesiástico entonó el Te Deum, seguido por el coro. En ese momento resonó en la Plaza Mayor una salva de 22 cañonazos, repetida en el Callao y en los buques de la Armada. En la ciudad se produjo un repique general de campanas hasta la llegada de los diputados a la Universidad de San Marcos. El primer Congreso Constituyente se instaló el 20 de setiembre de 1822 en la capilla de dicha Universidad, ubicada entonces en parte del terreno que corresponde actualmente al Palacio Legislativo. En seguida, San Martín dimitió a su cargo, dejando a la nación en libertad para decidir su destino, declarando como instalado el Congreso soberano (Congreso Constituyente, 1822, pp. 3-6).
El Primer Congreso Constituyente funcionó teniendo como presidente a Javier de Luna Pizarro. Este Congreso solo estaba compuesto por diputados, quienes aprobaron el primer reglamento interior del Congreso el 20 de octubre de 1822. Sin embargo, lo más resaltante es que este Congreso sentó las bases de la primera Constitución, la cual fue formulada por Luna Pizarro, Hipólito Unanue, Joaquín Olmedo, Manuel Pérez de Tudela y Justo Figuerola. En esas bases fueron a partir del 16 de diciembre del mismo año, y establecieron la existencia de un Senado Central, la unicidad del Congreso y las competencias de los diputados (Ayarza, 1921, pp. 69-70).
Finalmente, la Constitución fue promulgada por Torre Tagle el 12 de noviembre de 1823, y estaba dividida en tres secciones con un total de 194 artículos, con clara influencia de los modelos ilustrados, a excepción de lo religioso, señalándose a la católica como religión de la República. Sin embargo, la Constitución no llegó a regir en la práctica, pues fue suspendida casi de inmediato para no obstaculizar las labores del libertador Simón Bolívar, quien el 10 de setiembre de 1823 había sido nombrado por el Congreso como suprema autoridad militar en todo el territorio, teniendo las facultades ordinarias y extraordinarias que la actual situación de esta demanda. Posteriormente, luego de abolida la Constitución Vitalicia bolivariana el 11 de junio de 1827, el Congreso restauró la Carta de 1823 mientras se promulgase una nueva Constitución.
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