Arte, pregunta formulada por roxyvld, hace 1 año

un ensayo de 2 paginas sobre el ars poetica

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Contestado por teamohyt
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romances. Ya los romances de "fechos d'armas", que nunca dejaron de

existir, se añadían ahora los novelescos (como el del conde Arnaldos) y

los puramente líricos (como el de Fontcfrida). Fue una época de fermentación y de expansión, pues los oyentes y aplaudidores de los romances

eran una "sociedad sin clases".

Pero a fines del siglo xrv comenzó a haber "clases". Francisco Imperial, italiano establecido en Sevilla, no escribió su Dezir a las siete

virtudes para la gente en general, sino para una élite: letrados, caballeros

y damas de la corte real que podían emplear sus ocios en la lectura de

las grandes novedades poéticas de Europa. Enrique de Villena, personaje paradigmático, tradujo la Divina comedia (además de la Eneida) y

quiso aclimatar en Castilla los "consistorios de gaya ciencia" o "cortes de

amor" de Provenza. A su lado brillan el marqués de Santillana y Juan

de Mena. Lo que hacían los italianos, lo que hacían los provenzales, eso

sí que en poesía. Santillana no se refiere sino de pasada a los "romances

e cantares de que las gentes de baja e servil condición se alegran", frase

en que habla su doble aristocracia: la de la sangre y la de las letras. No es

que los romances y cantares (=villancicos) del pueblo fueran para él menos poéticos: simplemente no contaban. Y es asombrosa la rapidez con

que se constituyó una verdadera academia de cultivadores de la poesía

"sabia", con sede principal en la corte de Juan II. Testimonio de su actividad es el Cancionero de Baena, compilado hacia 1445, apenas medio

siglo después del Dezir de Francisco Imperial. En este Cancionero están

representados más de cincuenta poetas, autores de unas seiscientas composiciones; pero ninguna de estas composiciones es romance.

Donde se le reconoció al romance su status de objeto artístico fue en

la corte napolitana de Alfonso V, contemporáneo de Juan II. En el Cancionero de Stúñiga, compilado allí en 1458, sí que hay romances. Es en

Ñapóles donde "se cantan por primera vez romances viejos españoles y

se escriben, también por vez primera, romances al estilo de los antiguos".'

1

Palabras de Margit Frenk, "¿Santillana o Suero de Rivera?", Nueva Revista de

Filología Hispànica, 16 (1962), p. 437.

vi, comadre, / tu vino pardillo..." (núm. 235) y "Esráse el pastor / con

el su ganado... " (núm. 346). Los tres se registran en la sección de "Villancicos". Si no se consideraron romances, fue quizá por no estar hechos en octosílabos, pero también porque empiezan con estribillo, ai

igual que los dos romances octosílabos arriba mencionados. Estos

cinco son, por así decir, romances "contagiados" de villancicos. Y hay

también un caso de villancico "contagiado" de romance: "Perdí la mi

rueca..." (num. 253), hecho en cuartetas de hexasílabos y pentasílabos

asonantes:

1. Perdí la mi rueca 2. Perdí la mi rueca

llena de lino; llena d'estopa;

rallé una bota de vino fallara

llena de vino. llena una bota.

3. Fallé una bota 4. De vino fallara

llena de vi no; llena una bota;

dile un tal golpe caíme muerta,

y tiróme el tino... ardióse ell estopa... [etc.].

versos largos ("De sancto Domingo - vos quiero contar, / que faz mil miraglos - por

tierra c por mar..."), contemporánea quizá de la serranilla de la Zarzuela ("Yo me iba,

mi madre, / a Villarrcale... "), que Mencndcz Pidal llama romancillo, rótulo moderno

pero muy adecuado: el romance hexasílabo fue siempre, en todos los sentidos, el

hermano menor del octosílabo, el segundón. Su designación antigua es endecha, como

llama Menéndez Pidal a la que comienza "Parióme mi madre / una noche escura...".

Dice Juan Ruiz (Libro de buen amor, 15074) que, ai morir su monjita, "con el mucho

quebranto fiz aquesta endecha" (que por desgracia no se conserva). La palabra significa, obviamente, 'elegía', 'cantar lastimero'. Y, como los cantares lastimeros solían hacerse en hexasílabos—"Los Comendadores", "La niña de Gómez Arias"—, endecha

adquirió desde muy temprano un segundo significado: 'metro de seis sílabas'. En el

Cancionero musical de Palacio hay varios cantares lastimeros, pero el único que se llama

endecha es "Quien tal árbol pone..." (núm. 187), que no es romance, sino villancico.

La serranilla de la Zarzuela es endecha sólo en el sentido métrico; "La más bella

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